La edil de Fiestas y portavoz del grupo municipal de IU fue ayer rotunda al señalar que «la costumbre de que unas pocas familias ricas se reservaran el derecho de llevar a la Patrona por las calles de Aspe es una mala costumbre; una costumbre que había que democratizar y que, desde hace ya mucho tiempo, la mayoría del pueblo quería eliminar». Incluso hubo una Corporación local que años atrás también trató de derogar un privilegio que en algunos casos ha sido vitalicio y en otros se ha llegado a trasmitir de padres a hijos por herencia. Para Nieves Martínez «la Virgen de las Nieves es de todos y la tradición pertenece al pueblo, a todo el pueblo, y no sólo a las 24 familias más acomodadas de la ciudad». Por eso insiste en que su único objetivo ha sido el de «abrir» la tradición de los labradores-porteadores a todos los aspenses. «Es lo mismo que pasó en los años 80 cuando se decidió que las damas de honor fueran elegidas por sorteo y no a dedo», precisa. En cualquier caso la concejala se ha mostrado comprensiva con las 36 familias afectadas por la supresión de este privilegio. «No son culpables de nada porque el propio Ayuntamiento las convocaba a participar en el acto», ha puntualizado la edil.