Quejas, recogidas firmas, numerosas llamadas al Ayuntamiento. Los vecinos de la partida del Melik de Elda se preguntan qué hay qué hacer para que tras años de demandas, las autoridades locales les hagan caso. En el limite entre la zona rural y el casco urbano, la partida -que antes se conocía como Negrete- es una de las grandes olvidadas de Elda.

Uno de sus vecinos, Agustín Azorín, mantiene su lucha porque el consistorio local escuche a estos propietarios. Pero, por ahora, todos ellos hacen oídos sordos. El propietario de una de las viviendas de esta zona advierte que «hay un compromiso por parte del equipo de gobierno de que se subsanaría la situación de la zona» e indica que «nos pidieron paciencia». Después de año y medio sin saber nada de las promesas, a los vecinos el aguante se les está agotando. Arrastran doce años llamando a la puertas de administraciones locales de distinto signo sin respuesta alguna.

Un listado de hasta diez reivindicaciones plantean los vecinos. La que más le preocupa es la falta de seguridad. Azorín relata que «se han sucedido varios robos en los últimos meses ante la falta de presencia policial». Los viales carecen de las señalizaciones pertinentes y no avisan de la entrada a este barrio.

Con respecto a la limpieza del camino, los vecinos han pedido replantar los árboles de la avenida de Ronda y vallar y limpiar los solares abandonados igual que se está realizando en el resto de la ciudad. Además con las lluvias de este año, la maleza llega a superar la altura de un adulto y su abandono puede ser un foco de incendios que perjudique seriamente sus viviendas.

Asimismo, se quejan de la carencia de alumbrado público, el estado del camino es lamentable, las arquetas están abiertas, rotas y abandonadas, el cableado de la luz y del teléfono caído y existen casas abandonadas y en estado de derrumbe. Todo un listado de demandas que le remitieron al Ayuntamiento y del que todavía no han tenido respuesta.

Además, el asfaltado de la calle que le conecta con la zona de Elda urbanizada está sin asfaltar. Y el muro del antiguo depósito de vehículo corre peligro de derrumbe. Una relación que ante el abandono que sufre aumenta.

Agustín Azorín llega a comentar que «yo creo que muchos de los concejales de Elda no saben donde se encuentra la partida el Melik pero nosotros pagamos la contribución como zona urbana». «Eso sí, los servicios el Ayuntamiento se los ahorra», argumenta. Esta zona de la periferia de la ciudad, donde se han descubierto vestigios de un asentamiento romano, se caracteriza por la presencia de viviendas unifamiliares y casas de campo; de tal modo que el 80% de su superficie figura en los planos como enclave urbano mientras el 20% restante se considera suelo rústico. De hecho, hay propietarios que pagan más de 2.000 euros de IBI al año.