Virtudes Tomás Navarro es la mujer más anciana de la provincia de Alicante. Nació el 17 de julio de 1907 y ha sobrevivido a dos guerras mundiales, una civil, dos repúblicas, una dictadura, una democracia y tres reyes. Celebró sus 110 años con tranquilidad junto a sus hijos y algunos familiares que fueron a felicitarle. Pero no quiso grandes festines, ni visitas de personas que no fueran muy allegadas. Cuando traspasó la barrera de los 100 años ya lo celebró con un gran evento, rodeado de sus hijos, nietos y bisnietos.

Con el nombre de Virtudes al igual que el de su madre y el de su hija y el apodo de «Rojica» -seguramente por su color de pelo- la centenaria tenía que ser de Villena. Allí nació y vive en su casa con la ayuda y el cuidado de sus hijos.

Virtudes se quedo huérfana a la edad de 3 años. Su madre falleció a los 38 años de edad y dejo a seis hijos a cargo de su padre Mateo Tomás, al que no le quedó más remedio que dejar la ciudad y trasladarse a una finca rural en «Las Moratillas» en el termino municipal de Villena. Allí, pasó su infancia ayudando en las tareas domésticas y las del campo.

Procedía de familia de agricultores y se casó con un trabajador del campo. Tenía 29 años cuando contrajo matrimonio con Andrés Catalán, apodado «El Cuadrao». Su esposo era hortelano y cosechaba sus productos, que vendía a los comerciantes de mercados. Del matrimonio nacieron tres hijos: Virtudes, Andrés y Ángeles. Su descendencia la componen nueve nietos y doce bisnietos. Aunque su madre muriese joven, en la familia de su padre la longevidad es una de las señas de identidad. Una de sus primas comenta que «mis tíos murieron todos con cerca de cien años, en unos tiempos en los que la esperanza de vida era más corta». La combinación entre una buena alimentación con cocina tradicional, productos de temporada y sin grandes excesos y la buena predisposición genética a cumplir años quizás sea el secreto de sumar lustros y gozar de una buena salud.

Virtudes lleva una vida muy sencilla y casi autónoma. Apenas sale de casa pero sólo necesita el andador para realizar las tareas cotidianas y goza de una excelente memoria. El oido es lo que no le ha acompañado durante todos estos años de vida ya que sufre una aguda sordera.

El marido de una de sus primas, José García, ha buceado en la historia de la familia que desciende de la abuela Pepa -Josefa Hernández Sáez- de quien es nieta Virtudes Tomás. Y al ser la centenaria la que más información posee de esta familia, García en un trabajo de documentación ha escrito parte de la historia de Virtudes. La anciana, en el relato de sus vida, hace especial hincapié en el día de su boda. Virtudes le contó que «se hizo mucha fiesta en su casa. Parientes, amigos y vecinos se reunieron para festejarlo». Comieron paella, cocido y su padre mató un cordero. Virtudes y Andrés vivieron juntos 49 años.

Cinco años le restan a Virtudes para alcanzar a la cordobesa, Ana Vela Rubio, la mujer más anciana de España y de Europa. Además, Virtudes participó en el proyecto del fotógrafo norteamericano Charles Ragsdale, denominado «Generaciones», en el que reunió una colección de imágenes, supercentenarios, de personas con más de 100 años, junto a sus descendientes más jóvenes.