Más de 4.000 personas arroparon ayer a la patrona de Novelda en la tradicional romería de Bajada desde el Santuario de La Mola hasta la iglesia de San Pedro.

Tres kilómetros separan estos dos lugares santos y durante el camino son muchos los vecinos que se acercaron a la Santa para acariciar la talla. El fervor, la veneración y la emoción se sintieron en el trayecto hasta llegar pasadas las nueve de la noche al Paseo de los Molinos. Allí fue recibida por las autoridades civiles, festeras y religiosas y por una multitud que no dejó de vitorearla, fotografiarla y tocarla mientras la imagen era acicalada y se cambiaban las andas.

Desde ese punto partió la procesión de Entrada cuando ya había anochecido. La alegría y desenfado de la tarde se tornó solemnidad, Las uvas de blancas de José Rafael Crespo y las negras de Enrique Sánchez Fenoll son las que portó ayer la talla. La decisión se tomó por un jurado en la mañana de la romería.