Los tres grupos municipales que conforman el consistorio villenense fueron unidos y sin fisuras a la reunión de la Comisión de Seguimiento del Protocolo del Soterramiento de las Vías del Ferrocarril en Madrid. La unión hace la fuerza y los políticos locales saben que las administraciones Estatal y Autonómica deben tener claro que se defiende desde la localidad. Villena quiere el soterramiento y en ello, los tres partidos están de acuerdo.
En la comisión, Fomento también apostó por esta alternativa para salvar a la ciudad de la presión que los raíles del tren ejercen urbanísticamente sobre ella. Sin embargo, los 66 millones de euros que costaría abordar el enterramiento de unos 800 metros de esta infraestructura echa para atrás a la Generalitat Valenciana, una de las administraciones que deberá costear un tercio de la inversión y que se escuda en la infra financiación del Estado a la Comunidad Valenciana para ser tibia y no terminar de dar su brazo a torcer y apoyar esta solución que es vital para un desarrollo urbano coherente.
La comitiva villenense -formada por el concejal del PP, Antonio López, el del PSOE Fulgencio Cerdán; la edil Urbanismo, Cate Hernández de Los Verdes, y por la Comisión de la Integración del tren en la ciudad, Ricardo Celibertí- fue más ambiciosa que el proyecto que desde Madrid se presentó. Así, Villena quiere que en lugar de 800 metros de soterramiento se realicen unos 900 metros. Una alternativa que Fomento se comprometió a analizar y cuantificar económicamente.
Será en septiembre cuando, desde el Ministerio, se ponga «blanco sobre negro» el convenio y será entonces, el momento de tomar decisiones y abordar una de las determinaciones más duras para la ciudad. O bien se soterran las vías o se permeabilizan con puentes o pasos subterráneos.
Fomento y Villena, lo tienen claro, la mejor es el soterramiento. Pero la elección no será fácil con números encima de la mesa. Villena deberá pagar más de 22 millones de euros, cantidad que supone todo el presupuesto municipal de un año. El de este año es de 22,5 millones de euros. El concejal del PSOE, Fulgencio Cerdán, fue claro y declaró que «esto hipotecaría el futuro de Villena». Una decisión dura en la que se dará participación a la ciudadanía.
