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Alto y Medio Vinalopó

La Generalitat autoriza batidas de caza extra para atajar la invasión de conejos

Decenas de liebres se pueden ver cerca de las viñas y de los campos de hortalizas buscando algo que comer cuando las temperaturas dan una tregua

Los cazadores realizarán batidas sábado y domingo por la mañana y por la tarde. información

Se comen las cosechas, se cruzan por delante de los automóviles, impiden el tránsito de ciclistas y destrozan yacimientos arqueológicos. Los conejos de campo se convirtieron hace unas décadas en una plaga pero «lo de este año es lo nunca visto, aparecen por decenas», según afirman los agricultores de Villena.

Ante esta situación, la conselleria de Medio Ambiente ha dado su visto bueno para que se organicen batidas de caza, con carácter temporal y especial, en los ocho cotos con los que cuenta Villena, durante cuatro fines de semana. Se podrá cazar sábado y domingo, por la mañana y por la tarde. La Sociedad de Cazadores de Villena, a instancias de algunos agricultores y propietarios de fincas, solicitó permiso a Valencia y se lo han concedido porque en el Alto Vinalopó, Villena y Beneixama son los términos más afectados por esta plaga.

El concejal de Agricultura de Villena, José Tomás Molina, comentó que en el último Consejo Agrario se abordó este tema que preocupa a los agricultores. El edil comenta que «uno de los problemas con los que nos estamos encontrado es la falta de depredadores que controlen la demografía de estos animales». «La subrepoblación es algo que nos preocupa y estamos trabajando para poder ponerle solución», afirmó Tomás.

Otro de los problemas que generan los conejos son los daños a yacimientos arqueológicos. En el de Cabezo Redondo de Villena les preocupa que las madrigueras dañen los vestigios.

Medio Vinalopó

Agost, Monforte del Cid y Novelda son otras zonas donde la plaga de conejos sigue causando graves pérdidas en los viñedos, según lamentan desde Asaja. Y son ya diez años los que viene esta zona sufriendo la devoradora acción de los pequeños mamíferos, sin que las intervenciones de la Conselleria, ayuntamientos y cazadores hayan podido ponerle freno. Y es que los daños no se limitan solo a la cosecha, sino que los conejos se comen hasta el sarmiento y acaban con las viñas, lo que hace muchas veces necesario arrancarlas y plantarlas de nuevo. Dependiendo de las zonas, las pérdidas pueden superar el 70% de la cosecha, e incluso hubo el caso el pasado año de una finca que perdió el 100% de la producción en Novelda.

Y es que los viticultores están hartos de esta lucha contra los conejos, que además han aprovechado la plataforma ferroviaria del AVE que cruza l'Alacantí y el Medio y Alto Vinalopó para hacer allí sus madrigueras y reproducirse junto a vastos cultivos de los que alimentarse.

Los agricultores lamentan que pese a las batidas de cazadores, que ya fueron ampliadas en 2016 a todo el año por la Generalitat, el problema persiste y son decenas de conejos los que se pueden ver con un simple paseo por las viñas cuando cae el sol, sobre todo si la parcela no está vallada con sumo detalle.

Además con las fuertes lluvias del invierno, los agricultores esperaban que la reproducción de los conejos fuera menor al haberse inundado una parte importante de sus madrigueras, pero no ha sido así, ya que el número de estos mamíferos es igual o incluso mayor, dependiendo de la zona.

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