El vecino de Aspe Javier Ugarte lo dijo: «No me sacarán de mi casa con mis dos hijos menores» y finalmente así fue con la intercesión de Stop Desahucios de Dolores, plataforma a la que pertenece. La Guardia Civil y la comitiva judicial se acercaron a la vivienda, ubicada en la calle Manuel de Falla de Aspe, a las diez de la mañana con el objetivo de desalojar al cabeza de familia cuando observaron que en el interior de la vivienda se encontraban dos menores de edad. Ante esta situación paralizaron el desahucio de manera temporal hasta el 14 de septiembre.

El vecino vive en régimen de alquiler con opción compra en una promoción de Solvia y que finalmente rescató un «fondo buitre». A Javier se le quedó una deuda con el banco de tres meses y cuando fue a pagarla le fue imposible. «Los nuevos propietarios del inmueble quieren acabar con este régimen de alquiler y poco a poco han ido desalojando al resto de los vecinos,«sólo quedo yo», relata Ugarte.

La vida cada vez es más difícil en una urbanización en la que ya no funciona el ascensor. Además con la incertidumbre según cuenta de que «una semana, estamos a punto de ver la solución al problema y arreglando papeles y otra vienen a desahuciarte».

Es la cuarta vez que se enfrenta a la petición de la entidad propietaria del edificio de que entregue las llaves. Ugarte indica que «son muchas las llamadas y coacciones que recibió para que abandone mi hogar y éstas repercuten negativamente en mis hijos».