La cuenta atrás para la reapertura de la piscina cubierta municipal, que lleva diez meses cerrada, se inicio ayer viernes con la aprobación, por el pleno municipal, del nuevo pliego de condiciones para la concesión del servicio. Los votos del grupo socialista aprobaron el pliego, mientras que los miembros de la oposición se abstuvieron -la edil no adscrita y los tres ediles populares- y votaron en contra los dos concejales de Veïns de Monòver.

El alcalde, Natxo Vidal, fue el encargado de defender la propuesta del pliego para la nueva concesión. Vidal señalo que «la intención del gobierno municipal es que la piscina vuelva a abrirse a partir del 1 de septiembre».

El nuevo contrato tendrá una duración de 5 años, donde el Ayuntamiento monovero abonara a la empresa concesionaria 102.000 euros al año y, además, se hará cargo de los gastos de luz y gas. Los grupos de la oposición criticaron al gobierno municipal de haber hecho unos pliegos que benefician más a la empresa que a los intereses del Ayuntamiento.

LLa edil no adscrita, Desiré Bellot, critico que «las tarifas son más caras, el horario se reducirá y no se contempla una tarifa para colectivos especiales, como los asociados al Club de Natación de la localidad».

El portavoz de Veïns de Mover, Guillermo Rico, señalo que «antes el coste para el Ayuntamiento era de unos 25.000 euros al año y con estos pliegos la cantidad se va a elevar hasta los 160.000 euros al año». Lorenzo Lorenzo, portavoz del grupo popular, también mostró su desacuerdo con la propuesta socialista al señalar que «han tardado 365 días en traer unos pliegos de 84 páginas que solo va a ser un buen negocio para la empresa».