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Elda

El barrio Virgen de la Cabeza exige una solución al deficiente suministro de agua

Los vecinos soportan desde hace más de diez años la falta de presión en el abastecimiento hídrico de sus hogares y comercios

El barrio Virgen de la Cabeza de Elda con la sede vecinal al fondo de la calle. ÁXEL ÁLVAREZ

Un «hilillo» de agua es lo que sale del grifo en algunas viviendas del barrio Virgen de la Cabeza cuando llegan las horas de máximo consumo hídrico. El problema no es nuevo. Se remonta más de diez años atrás pero la situación se está agravando con la llegada del calor y comienza a desesperar al vecindario, que exige una pronta solución a una problemática que le hace más incómoda su vida diaria.

La falta de presión con la que el agua llega a muchos hogares de este histórico distrito se debe, fundamentalmente, a que la red subterránea de conducciones de agua potable se ha quedado obsoleta. Las cañerías son de un tamaño reducido para las exigencias actuales y en algunos puntos podrían presentar obstrucciones. Todo ello frena la revitalización de un barrio cada vez más despoblado, con más pisos cerrados y moradores de avanzada edad.

De hecho, hay vecinos que han optado por modificar sus hábitos de higiene personal y también de la limpieza de la vajilla y la ropa. Ahora se duchan siempre por la noche porque es la franja del día en la que llega más cantidad de agua a sus pisos. Y también en horario nocturno es cuando suelen encender las lavadoras, termos y lavavajillas para evitar las temidas averías por la falta de caudal suficiente y la acumulación de cal.

Este fenómeno se nota más en algunas calles que en otras pero el presidente de la Asociación de Vecinos Virgen de la Cabeza confirmó ayer a este diario que el problema está «generalizado». Blas González vive en la calle que da nombre al barrio y es, precisamente, uno de los vecinos que ha sufrido los efectos del deficiente suministro hídrico. «Hace cuatro meses se me estropearon el termo y la lavadora y yo soy uno de los que prefiere ducharse por las noches porque por el día apenas sale agua», añade.

Esta situación ha llevado a las comunidades de vecinos de algunos edificios a realizar pequeñas obras para ampliar la conexión de la tubería general del agua con sus inmuebles. «Pero no son más que soluciones provisionales porque la solución definitiva pasa por sustituir la red de tuberías de todo el barrio», explicaba el presidente recordando que el asunto ya ha sido expuesto varias veces ante los responsables municipales. Tanto ante los actuales de PSOE-Compromís, que llevan dos años en el gobierno con Rubén Alfaro al frente, como ante los anteriores del PP, que estuvieron ocho con Adela Pedrosa como alcaldesa.

Pero la situación no cambia y los afectados no están dispuestos a esperar diez años más. Son conscientes de que se trata de una obra de envergadura y de que en este barrio tiene la dificultad añadida del mercadillo popular que se instala en sus calles todos los martes y sábados del año. Una circunstancia que haría necesario acometer los trabajos por zonas o por fases para no entorpecer la actividad comercial.

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