Cualquier rincón era un espacio propicio para escuchar las notas musicales, que en la jornada de ayer se colaron en muchas de las calles, barrios y plazas de Villena. La ciudad vivió y vibró con la fiesta de la música, a la que se le bautizó con el nombre de VEM «Villena es Música». Veinticuatro horas ininterrumpidas de música en directo, que comenzaron ayer a las 8 de la mañana con el tañido de las campanas y que finalizaron a la 8 de la mañana de hoy en la Plaza de Toros.

Todos los géneros -rock, jazz, clásico, electrónica, popular, etcétera- interpretados por bandas, solistas, orquestas de cámara, grupos musicales formadas por interpretes veteranos en sacar acordes a los distintos instrumentos o quienes empiezan a arrancar los primeros acordes al suyo llenaron de música plazas públicas, bares y restaurantes.

«Villena es música» generó unas altas espectativas en este segundo año de vida con sus grandes números de participación: más de mil músicos, 72 conciertos, 22 escenarios, 15 patrocinadores, 15 restaurantes y 27 voluntarios padres del AMPA del Conservatorio. Y a pesar de las altas temperaturas, que sobrepasaron los 35 grados centígrados, el evento arrastró a multitud de vecinos a la calle en busca de un rincón donde apaciguar el calor con un refresco y con buena música.

La apertura oficial del evento tuvo lugar a las doce del mediodía frente a una de las fachadas del Teatro Chapí. El alcalde de la ciudad, Javier Esquembre, explicó el por qué de la elección de la familia Soler para pregonar la fiesta de la música. Son tres generaciones de músicos, que no sólo la han amado y vivido vinculados a la Banda Municipal de Música sino que también la han patrocinado y promocionado.

La abuela Joaquina Estevan fue quien animó a su hijo mayor Juan Soler a estudiar música y él contagio a sus hermanos, sobrinos y nietos del amor por este lenguaje universal. Así después de contar brevemente la historia familiar, sus integrantes se lanzaron a hacer lo mejor que saben hacer, a arrancar las notas de sus instrumentos. Así, intercalaron diferentes composiciones con anécdotas de familiares. El pregón finalizó con un homenaje a las mujeres vinculadas a la música. A las músicas, a las madres de músicos, a las compositoras, a las directoras, que creen en la pasión y la dedicación a lo que una ama. En su honor y como homenaje a Joaquina Estevan, la Banda Municipal inició su concierto con el pasodoble «A mi madre».

Además en esta edición se ha incorporado la música en los balcones del casco antiguo, cerca de las doce de la noche. Además, lo recaudado del alquiler de las sillas para ver los conciertos- la aportación es voluntaria- y la venta de gorros para paliar el calor se destinará «Proactiva Open Arms», una ONG de Badalona compuesta por bomberos y socorristas profesionales que actúa en el Mar Mediterráneo en tareas de salvamento humano con las personas refugiadas de la guerra de Siria que deciden huir a través del mar.