El Salón de los Tapices del Casino de Novelda se llenó para presenciar la actuación de la flautista aspense Laura Espín Tortosa, que contagió al público con emociones, viveza, melancolía y júbilo a lo largo de todo el recital.

Tras la interpretación de la Sonata de Hindemith, donde primó la reflexión y la interconexión de la flauta y el piano, llegó uno de los momentos intensos del recital, por su musicalidad y ambientación, algo que supo reconocer todo el público. Se trató de la magistral interpretación del Concierto op. 283 de Carl Reinecke.

Durante más de veinte mágicos minutos se asistió a un compendio de trazados de armonía entrelazada, donde el pianista Santiago Casanova, llenó de fuerza e intensidad todo el recorrido musical, que unido a la sensibilidad, agilidad y profundidad emocional del sonido de la flautista, resultó una obra de elevado resultado interpretativo.

La tercera parte del recital fue la más emotiva, con el preestreno de “Feeling Flute”, obra dedicada a la flautista por su padre, el compositor y director Antonio Espín, y donde se contó con la colaboración de Francisco Javier Durán y Alejandro Espín, el hermano de la protagonista del concierto en el histórico Casino de Novelda.

Este mismo repertorio será interpretado el próximo 30 de junio, en el Auditorio del Conservatorio Superior de Murcia, durante el recital fin de carrera de Laura Espín.