El Pleno del Consell acordó ayer la declaración institucional del año 2017 como «Año Azorín», coincidiendo con la conmemoración del 50 aniversario de la muerte del escritor alicantino. El acuerdo faculta a la Consellería de Educación, Investigación, Cultura y Deportes a organizar las actividades para celebrar esta conmemoración, como exposiciones itinerantes, clubes de lectura, talleres didácticos o la distribución de material electrónico de libre acceso, algunas en colaboración con el Ayuntamiento de Monóvar y la Casa-Museo Azorín.

La Generalitat cede así a las presiones del Ayuntamiento de Monóvar y del Gobierno central tras la negativa inicial de la Conselleria de Cultura, que rehusó conceder tal distinción al escritor de Monóvar a pesar del compromiso que las Cortes Valencianas adquirieron con tal fin, y de forma unánime, en septiembre de 2016. El conseller Vicent Marzà justificó la decisión aduciendo que en 2017 ya se celebra el año del escritor y político valenciano Blasco Ibáñez. Decisión que criticaron algunos dirigentes del PP alicantinos. Entre ellos, el presidente provincial popular, José Císcar, quien acusó al conseller de no querer esta declaración.

El pasado 1 de junio la Comisión de Cultura del Congreso de los Diputados ya aprobó declarar 2017 como «Año Azorín». Fue a iniciativa del ex ministro José García-Margallo. En su intervención en la Comisión de Cultura con motivo del debate de esta Proposición No de Ley, el parlamentario popular subrayó que Azorín «es una figura señera de las letras y la política española», remontándose a los comienzos de su trabajo como cronista en el Congreso entre los años 1902 y 1923.

Con la celebración de esta efeméride se pone en valor y se da a conocer a uno de los más ilustres creadores literarios de la Comunidad Valenciana. José Martínez Ruiz, conocido como Azorín, nació en Monóvar, Alicante, en 1873, y murió en Madrid, en el año 1967. Es uno de los escritores más significativos en lengua castellana, con un legado que alcanza narrativa, teatro, ensayo y numerosos artículos del prensa.

Perteneció a la «Generación del 98», junto a autores como Pío Baroja y Ramiro de Maetzu o, posteriormente, Miguel de Unamuno o los hermanos Machado, entre otros, con los que comparte rasgos como la actitud pesimista y crítica con la realidad española o el interés por los paisajes rurales de Castilla, sus tradiciones y sus personajes.

Sus frases cortas, su sintaxis simple, su estilo descriptivo marcaron una impronta en su larga trayectoria, que fue y es reconocida por algunas de las grandes plumas del panorama literario.