Los dos concejales del equipo de gobierno de PSOE-Sax Importa que rompieron la disciplina de voto en el pleno del pasado martes no lo harán en el del próximo sábado, facilitando de este modo la investidura del socialista Juanjo Herrero como nuevo alcalde de la localidad tras tomar el relevo de José María Espí. Tanto Javier Martínez, concejal de la marca blanca de Podemos, como la socialista Raquel Olivares votarán a favor.

Cabe recordar, tal y como este diario adelantó ayer, que bastarían las abstenciones de dos ediles del bipartito para que el PP obtuviese la Alcaldía al ser la lista más votada en las últimas elecciones municipales. Pero este extremo no se va a dar. Entre otros motivos porque José María Espí ha accedido a aprobar, en un pleno que se celebrará el próximo julio, un reparto de las áreas municipales y de las retribuciones más justo y equitativo entre todos sus concejales. Pero también le han pedido más diálogo interno y apoyo a los regidores que soportan una mayor carga de trabajo. Ha sido, por tanto, un «toque de atención» en el seno de un gobierno en el que «hay diferencias pero no ruptura», según apuntan los ediles.

Precisamente, las desavenencias que llevaron a Olivares y Martínez a abstenerse en la votación sobre el cambio de retribuciones y concejalías del alcalde han venido motivadas por el hecho de que Espí deja el cargo pero no el salario. Ya no cobrará como presidente de la Mancomunidad ni por asistir a órganos colegiados pero seguirá percibiendo del Ayuntamiento de Sax, por asumir seis delegaciones de bajo perfil, una retribución bruta de 14 pagas mensuales de 2.107 euros cada una. Cantidad mucho más elevada que la que reciben algunos concejales muy implicados y que, además, están al frente de las áreas más correosas y difíciles de gestionar. Un aspecto al que se suma la discriminación laboral que supone que las retribuciones más bajas las acumulen las mujeres del equipo de gobierno.