Es tiempo de cristianos. Elda vivió ayer una intensa Entrada Triunfal que inició la Agrupación Musico Cultural Santa Cecilia de Elda con marchas cristianas. Tras los músicos llegó el embajador cristiano, Isidro Juan Gallardo, que logró arrancar los aplausos del público a lomos de su caballos. Es la última vez que encabezará este acto porque es su último año como embajador de las tropas de la cruz.

La comparsa de Cristianos fue la encargada de la apertura del desfile en el que representaron la boda entre el I Conde de Elda, III Señor de Elda y Alcalde del Castillo de Alicante y doña Isabel de Saa, dama de la corte Portugesa. Los invitados a las nupcias llenaron las calles de Elda pidiendo a los espectadores que jalearan «Viva los novios». Todo aderezado con sus colores: azul, blanco y negro. Con él, la comparsa de Cristianos ha querido mirar hacia atrás y devolver a Idella - el nombre originario de Elda- su antiguo esplendor.

El boato se empezó a diseñar en el mes de agosto de 2016 y en él han trabajado más de 30 personas. Para este boato se han confeccionado cerca de 300 trajes, en la propia sede de la comparsa, para los que se han utilizado 1.000 metros cuadrados de tela. En él participaron 240 personas y 250 musicos

Seis damas iniciaron el desfile repartiendo unas 10.000 invitación de boda. La comparsa quiso hacer un homenaje a los arcabuceros y la escuadra inicial estuvo formada por diez hombres y mujeres de la arcabucería cristiana.

La música fue uno de los elementos importantes de la representación. Las marchas cristianas se combinaron con orquestas de cámaras. La agrupación musical de Elda interpretó la marcha «Comparsa Cristianos de Elda». Además de los sentidos de la vista y del oido, quisieron incentivar el del olfato y todo el recorrido se llenó de un intenso olor a incienso.

Los novios aparecieron en el recorrido sentados en una plataforma que simulaba la ermita donde se celebraron las nupcias presididas por el patrón de los Moros y Cristianos de Elda, San Anton. Destacó la capa de la novia, de 15 metros de longitud portada bajo palio las damas de la corte. Estaba salpicada de símbolos como las hiedras que representan la feminidad, el amor y la fertilidad.

El banquete contó con 15 metros de mesas de gala, llenas de manjares, frutas, asados, y grandes panes para la ocasión. Además estaban adornadas con centros de flores con un gran protagonismo del olivo, árbol sagrado símbolo de la Bendición Divina. También destacaron en los arreglos florales la Paniculata, signo de la inocencia.

El grupo musical El Terrós de Petrel, que interpretaron la pies Castells d'Ocaive del compositor valenciano Xavier Ricart puso música a los bailes de cintas, que ejecutaron los bailarinas del estudio de danza Lola Muñoz. Otra de las que se bailaron fue la de los arcos, símbolo de la fertilidad.

Grandes dosis de fantasía

La buena climatología propició que multitud de publico abarrotase las calles del recorrido de la Entrada. Así, el bando de la cruz se lanzó a hacer de su Moros y Cristianos, un gran espectáculo. Más de 5.000 festeros con diversos trajes, que aportaron colorido al desfile y sus respectivas bandas de músicas ofrecieron el gran espectáculo que sólo los Moros y Cristianos son capaces de llevar a las calles de la ciudad.

Tras las marchas de los Cristianos llegaron los pasodobles de los Piratas. Su capitán y abanderada precedieron el desfile con unos trajes en tonos azul marino. Después llegaron los Estudiantes. La comparsa de blanco y negro optó por un repertorio musical muy clásico con piezas como Pepe Antón, Tomás Ferrús o Xabia. Sus capitales utilizaron los tonos ocres para su trajes. Su desfile lo cerró el bloque con el alcalde de Elda, Rubén Alfaro, a su frente.

Con una abanderada de blanco y una marea de colorido a sus espaldas llegaron los Zíngaros con el sonido de sus panderetas y cascabeles. El escuadrón Zíngaro y el mogollón, que desfilaron con una banda interpretando composiciones del pop español de los 60 y 70 dieron por terminado su paso.

Cerraron el desfile del bando de la cruz, los Contrabandistas con su particular alegría y su gracia al desfilar. La abanderada lució un espectacular trajes amarillo. Así, tanto Piratas, Estudiantes como Zíngaros y Contrabandistas aportaron al desfile grandes dosis de fantasía.

En 2017 son varias las escuadras que cumplen años. Entre ellas se encuentran los Cruzados Mágicos de la comparsa de Cristianos, las Polvorillas de los Piratas y el Tachón de los Estudiantes.

Tras el bando cristiano abrió el moro la comparsa Musulmanes y le siguieron las de Marroquíes, Realistas y Huestes del Cadí. Mañana será el turno de estas comparsas que lucirán sus mejores galas en la majestuosa Entrada Mora.Está previsto que el desfile se inicie a las 18,00 horas y será la comparsa de Musulmanes, la encargada de realizar la apertura de las tropas de la media luna.

La Entrada Cristiana simboliza la llegada en la población de los ejércitos cristianos que, de alguna manera, vienen a reforzar a los habitantes de la villa en su lucha contra el invasor musulmán. Sin embargo, en nuestra representación festera anual participan ambos bandos en el desfile aunque los cristianos son los que lo abren y, por eso, recibe el nombre de Entrada Cristiana.El orden que guardan las comparsas en este desfile es siempre rotativo, así la comparsa que inicia el desfile pasa a ocupar el último lugar en el bando y va descendiendo hasta que le toca de nuevo el primer lugar

La tribuna de autoridades se llenó de invitados. La consellera de Sanidad, Carmen Montón, recogió la invitación del Ayuntamiento de Elda como también lo hizo el presidente de las Cortes Valencianas, Enric Morera. Además estuvo en la tribuna, el subdelegado del Gobierno de Alicante, José Miguel Daval, la alcaldesa de Onil, Humi Guill, el diputado de Podemos, Antonio Estañ, el alcalde de Navarredona de Gredos, José Manuel Gimenez. El secretario autonómico de Agricultura, Francisco Rodríguez Mulero acudió a la cita con la ciudad de Elda al igual que senadora y ex alcaldesa de Elda, Adela Pedrosa y la diputada autonómica del PP, Reme Yañez.