La plaza de Ayuntamiento se llenó ayer de alegría, diversión y muchas ganas de fiestas. Como en años anteriores en la calle Colón y sus aledaños no cabía un alfiler. Desde las seis de la tarde los festeros tomaron la zona para asegurarse una buena ubicación en la que disfrutar de uno de los momentos más emocionantes e intensos de los Moros y Cristianos de Elda.

Nadie escapó a la intensidad de la ocasión, la alegría se contagió y una sonrisa se multiplicó por mil cuando el director invitado por la Junta Central de Fiestas a dirigir el pasodoble «Idella» -pieza compuesta por Miguel Villar con letra de Antonio Juan Muñoz-alzó la batuta. Después de un año de espera, la magia volvió al epicentro de la fiesta eldense, la plaza de Ayuntamiento y Elda se sumergió de lleno en sus Moros y Cristianos.

El compositor de Agost, José Luis Molina, es el autor de la pieza obligada Al'said, marcha mora del Certamen de Música de Moros y Cristianos 2017 y fue el encargado de dirigir a las diez bandas de música que bajo del Castillo de Embajadas esperaron sus órdenes. La expectación era máxima en la plaza de la Constitución. La calle Colón y aledañas eran un hervidero de festeros y vecinos dispuestos a cantar, saltar y celebrar la llegada de los días grandes de Elda.

Poco antes de que Molina comenzase a dirigir la composición, el alcalde de Elda, Rubén Alfaro, ataviado con el uniforme de su comparsa, la de Estudiantes, lanzó unas palabras a sus vecinos. «Ha llegado el día, ha llegado la hora, ha llegado el momento más importante del año».

Alfaro les pidió a los festeros que demostrasen que las fiestas son «únicas» y que «somos inimitables y que somos los números uno» para cerrar concluyendo que las de Elda «son las mejores fiestas del mundo». Terminó su discurso nombrando a cada una de las comparsas mientras el público vitoreaba y con un «viva San Antón» y un «viva Elda», que toda la plaza como una sola voz repitió.

Cuando el compositor alzó la batuta y se escucharon los primeros acordes, el entusiasmo se desbordó. Los padres con los niños a hombros, los jóvenes cantando abrazados y quienes peinan canas con lágrimas en los ojos repitieron la letra del «Idella». Así se proclamó a los cuatro vientos que, ahora sí, Elda ya está en fiestas y que se avecinan días en los que la rutina diaria quedará aparcada para ejercer de moro o de cristiano. Y a partir de ese instante las calles del centro de la ciudad se llenaron de música.

Muchos fueron los que quisieron inmortalizar el momento con videos y selfies, que más tarde inundaron las redes sociales llevando las fiestas a cualquier parte del mundo.

Entrada de bandas

Los primeros en desfilar desde la plaza del Zapatero hasta la de la Constitución - en el acto denominado la Entrada de Bandas- fueron las autoridades de la Junta Central de Comparsas encabezadas por su presidente, Pedro García, el alcalde, Rubén Alfaro, la concejala de Fiestas, Laura Rizo, el pregonero de los Moros y Cristianos 2017, el nadador, David Meca, la presidenta de la Mayordomía de San Antón, Liliana Capó, los presidentes de las nueve comparsas y el director del pasodoble, José Luis Molina, escoltados por la banda Santa Cecilia de Elda. Abrieron el desfile los dos festeros a los que en 2017 se les otorgó el mayor honor por parte de la Junta Central de Comparsas.

La bandera de la Junta la portó Reyes Crespo, socia de la compasa Huestes del Cadí a la que se le entregó el «Moro de Plata» y junto a ella desfiló el contrabandista, «Cristiano de Plata 2017», David Guardiola. A continuación desfilaron las comparsas con sus bandas, precedidas por su estandarte, que fueron recibidas por sus presidentes a las puertas del castillo. La primera en llegar fue la de Cristianos seguida por la de Piratas, Estudiantes, Zíngaros, Contrabandistas, Moros Musulmanes, Marroquíes, Realistas y Huestes del Cadí.

Al llegar a la plaza se le impuso a cada una de las banderas de las agrupaciones musicales un banderín mientras el castillo se llenaba de músicos y de los banderines de cada una de las comparsas.

La Entrada de Bandas es todo un concierto de pasodobles, en el que las bandas y agrupaciones lucen sus mejores galas. Para este acto eligen la composición a interpretar con esmero. Así, A.M.C.E Santa Cecilia de Elda se decantó por «Entrada de Bandas de Elda» y el Grupo Musical Elda por «Saijés» de Jesús Ufano.

La Sociedad Musical de Canyada que acompañó a los Piratas se decidió por «L'Ofrena» de Ramón García y Soler, autor del que también se escuchó «Amado». Otras interpretaciones fueron «Músico Mudéjares» de Paco Peña o «La puerta Grande» de Elvira Checa.

6 de junio de 1991

Ya son 26 años los que se escuchan la letra que compuso el eldense Antonio Juan al pasodoble que lleva por nombre «Idella» del compositor de Gandía, Miguel Vilar. Fue el 6 de junio de 1991 cuando se cantó por primera vez «Idella». En ese mismo año, las fiestas se alargaron un día más. Dos años antes ya se interpretó este pasodoble, pero sin letra. Fue el comienzo de un acto que hoy significa el comienzo de los Moros y Cristianos.

Mayores medidas de seguridad

Tres horas antes de la interpretación del pasodoble numerosos jóvenes llenaban la calle Colón. Todos estaban dispuestos a vivir el momento con intensidad y calentaban motores gritando y jaleando los pasodobles que el hilo musical de la plaza emitía.

El espacio era más reducido este año que en anteriores. La Policía Local y la Nacional acordó dos de las calles de salida de la Plaza de la Constitución con el fin de agilizar el trabajo de los cuerpos de seguridad en el caso de evacuación. Así se evitó que la zona fuese una ratonera con todas las vías repletas de ciudadanos.

El acto transcurrió con escasos incidentes. Los efectivos de Cruz Roja realizaron 14 atenciones, casi todas ellas por «crisis de ansiedad» según comentaron desde la organización.

La calle Colón, tras los abrazos y besos entre los festeros al finalizar el pasodoble, se quedó vacía en apenas minutos. Los cuartelillos que estaban desocupados, volvieron a llenarse para preparar las cenas antes de la fiesta nocturna. A los eldenses les queda por delante muchas horas para disfrutar hasta que llegue el 5 de junio y se guarden las banderas.

El de hoy será otro día intenso con el traslado del santo desde su ermita a la iglesia de Santa Ana. La comparsa de Estudiantes será la encargada de portar al santo, un honor que, cada año, ostenta una de las nueve comparsas que conforman los Moros y Cristianos de Elda.