Los centros médicos de Elda y Petrer especializados en expender certificados para obtener los permisos de armas de avancarga, que concede la Guardia Civil para adquirir pólvora y hacer uso de los arcabuces en los actos de alardo en las fiestas de Moros y Cristianos, han experimentado un aumento importante en relación a años anteriores, donde no era obligatorio ese requisito, ya que con presentar el permiso de conducir era suficiente para adquirir el detonante y participar en los actos de arcabucería.

Alicia Rodríguez, psicóloga y directora del Centro de Reconocimiento Petrer, comenta que al principio cuando se hizo obligatorío la obtención de un permiso de armas para participar en los alardos «hubo algo de confusión, pero luego se pusieron en contacto la Unión de Festejos San Bonifacio Mártir de Petrer y la Junta Central de Comparsas de Elda y llegamos a un acuerdo para reducir el precio de la licencia».

Los arcabuceros precisan del obligatorio permiso AE de avancarga que proporciona la Guardia Civil tras pasar un reconocimiento médico: «En las fiestas de Petrer se diligenciaron más de 150 permisos, y para Elda también se han expedido muchos permisos de armas», subrayando que uno de los comentarios más generalizados de los festeros a la hora de acudir a los centros médicos fue: «Nos lo ponen más difícil para obtener polvora y al final no dispararemos». El festero considera que la obtención de una licencia «supone un gasto extra que se incrementa a los que ya tiene la fiesta».

Una parte del reconocimiento médico «es igual que para obtener el permiso de conducir. La otra parte consta de un cuestionario de personalidad que incluye pruebas de neuroticismo, extroversión y sinceridad», afirma Alicia Rodríguez.

En ese sentido, los festeros han solicitado la licencia de armas al ser un requisito obligatorio, de la misma formas que es obligatorio llevar en los actos de alardos los originales de las guías de los trabacos, permiso de armas y el DNI, y si el arcabuz es alquilado copia de esos documentos facilitados por el propietario de las armas.