El barrio San Francisco de Villena, conocido popularmente como «El Poblao», fue escenario de un nuevo tiroteo poco antes de las doce del mediodía de ayer. Aunque como suele ocurrir en estos casos siempre impera la «ley del silencio» en el vecindario, todo apunta a una reyerta entre miembros de dos clanes de raza gitana con «cuentas pendientes».

En un primer momento se barajó la posibilidad de que se hubiera producido un herido leve pero finalmente se descartó. De hecho, fue la rápida reacción de la víctima al cerrar la puerta de su piso a tiempo lo que evitó que fuera alcanzado por los disparos. Uno de los proyectiles quedó alojado en la puerta y a continuación el autor huyó del bloque B de la calle Carretera de Biar donde sucedió el violento episodio. Concretamente a escasos metros de la farmacia de la barriada donde unos cristaleros estaban sustituyendo, en ese preciso momento, la luna del escaparate que había sido fracturada en la madrugada anterior para robar medicinas.

Fueron varios vecinos los que alertaron por teléfono a Emergencias tras escuchar al menos un disparo. Hasta la marginal barriada se desplazaron en un primer momento todas las patrullas disponibles de la Policía Local y Guardia Civil de Villena, así como de puestos cercanos, cuyos agentes se apostaron frente a los domicilios del presunto autor y de la víctima con los chalecos antibala.

El tiroteo originó un gran revuelo en la zona, sucediéndose en los minutos posteriores episodios de creciente tensión entre los miembros de las dos familias enfrentadas. Pero la amplia presencia policial logró calmar los ánimos y horas después la Guardia Civil conseguía detener al presunto autor, recuperando además el arma de fuego supuestamente empleada en el ataque. El arrestado es un conocido delincuente que, al parecer, ha salido de la cárcel recientemente.

Dos en un mes

Precisamente hace unos días el Ayuntamiento de Villena anunció públicamente que solicitaría al subdelegado del Gobierno en Alicante un incremento de la presencia de la Guardia Civil en el barrio San Francisco. El anterior tiroteo, ocurrido a principios de mayo, fue el detonante de esta petición tal y como explicó el propio alcalde Javier Esquembre. En esa reyerta, en la que tampoco hubo que lamentar daños personales, dos proyectiles impactaron en la fachada de un edificio. Pero en el altercado de ayer los clanes enfrentados son distintos.