La familia del pinosero José Sellés, fallecido en octubre pasado, a los 74 años de edad, tras sufrir el voraz ataque de los seis perros de un vecino en el paraje rural de El Faldar, ha emprendido acciones legales por la vía penal contra la pareja propietaria de los animales. Ambos prestaron declaración hace unos días en el Juzgado de Instrucción Número 3 de Novelda junto a otro vecino de la zona y a la propietaria de la clínica veterinaria donde fueron confinados los animales en los días posteriores al ataque.
Una vez analizada la declaración que los dueños realizaron ante el juez que lleva el caso, la letrada de la esposa y las tres hijas de la víctima ha solicitado la apertura de diligencias penales contra ambos por un supuesto delito de falso testimonio. Asegura la abogada disponer de pruebas que demostrarían que han podido incurrir en una presunta ilegalidad.
Aunque faltan más declaraciones por practicar, uno de los testimonios claves lo ha facilitado el dueño de la casa colindante a la del fallecido. Precisamente, unas semanas antes, también él sufrió un ataque por parte de los mismos cánidos, que son un cruce entre bóxer y american stanford, por lo que están catalogados como raza potencialmente peligrosa. Le mordieron en un tobillo y fue la propia esposa de José Sellés quien lo socorrió llevándolo hasta su vivienda al percatarse del peligro que corría.
También la mayor de las hijas, María José Sellés, señaló a este diario tras producirse el ataque que «los perros se escapaban con mucha frecuencia y estaban muy agresivos. Los dueños se marchaban y teníamos que llamarlos continuamente para advertirles de esta situación porque los perros deambulaban libres y su actitud nos tenía atemorizados a todos los vecinos de El Faldar». Es lo que dijo entonces y lo que mantiene siete meses después.
