Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Medio Vinalopó

Stuart Weitzman se retira

El empresario y diseñador norteamericano vende la marca, sus 200 tiendas y la estructura industrial a la multinacional Coach

Stuart Weitzman se retira

Stuart Weitzman cierra una etapa que pasará a la historia del calzado fabricado en Elda, Petrer y Monóvar por situarlo en la élite más selecta de la moda internacional. El empresario, diseñador, director creativo y responsable de marketing e imagen de la prestigiosa marca que lleva su nombre acaba de poner punto y final a un periodo de 46 años en España. Una etapa en la que los zapatos SW, todos ellos elaborados con las expertas manos de los artesanos del Medio Vinalopó, han sido lucidos por decenas de actrices de Hollywood, estrellas de la música, modelos de primer nivel, celebridades del arte, el deporte y las finanzas así como aristócratas, jefas de Estado y primeras damas de los países más desarrollados del mundo.

El empresario neoyorquino ha decidido retirarse a los 76 años de edad tras vender a la multinacional Coach, con sede en New York, la marca, la dirección creativa, sus 200 tiendas y todo el conglomerado de empresas que ha estado trabajando para él durante casi cinco décadas. Son concretamente once fábricas y sus correspondientes proveedores, con una producción anual de 2.000.000 de pares de segmento alto que sostiene a más de 3.000 familias del Medio Vinalopó. Ahora se abre para todas ellas la incertidumbre y el nerviosismo que suelen traer los cambios por el temor a que los nuevos responsables de la firma, que seguirá comercializando los zapatos con el nombre Stuart Weitzman, decidan trasladar la producción a otro lugar del mundo con salarios más bajos.

Mensaje de tranquilidad

«No tiene por qué ocurrir si las cosas se hacen tan bien como se han hecho hasta ahora. Es lo que me ha pasado a mí desde que llegué aquí en 1971. Además, la compañía ha puesto al frente a personas con talento y experiencia que buscan una línea continuista. Pero eso sí, todos los trabajadores tienen que demostrarle ahora a sus nuevos jefes que son los mejores zapateros del mundo. Y no me cabe la menor duda de que así va a ser y que dentro de un año todas las dudas se habrán disipado», afirma Stuart advirtiendo, no obstante, que «preocuparse por el futuro no lo va a cambiar si no se hace nada por cambiarlo».

En su opinión, lo realmente preocupante hubiera sido no haber encontrado ninguna empresa seria y solvente dispuesta a seguir adelante con un proyecto al que ha dedicado su vida. Un negocio que le ha mantenido alejado de su esposa y sus dos hijas largas temporadas. Ellas viviendo en Nueva York y él residiendo en un modesto apartamento de Elda y trabajando 16 horas diarias, sin descansar fines de semana ni festivos, para aprovechar la caprichosa inspiración que puede aparecer en cualquier momento. De hecho, siempre dejaba en su mesita de noche un bloc y un lápiz por si despertaba de un sueño con un modelo en la cabeza. Pero sin el apoyo de su familia su gran creación no habría existido porque confiesa que jamás habría sacrificado lo primero por lo segundo.

En buenas manos

«El miedo que he tenido en estos últimos diez años, desde que cumplí 65, es que esta compañía desaparecería si me jubilaba. Si mis hijas, que son mis mejores amigas, hubieran querido tomar las riendas del negocio no lo habría vendido. Pero ellas han tenido otras inquietudes profesionales, y les va muy bien en sus trabajos, así que estuve buscando una firma sólida para garantizar que el futuro de la marca SW quedaba en buenas manos», relata. Pero no fue una operación fácil. El primer acuerdo con Jones New York resultó fallido. Luego llegó Coach, y con su equipo de ejecutivos y creativos italianos y norteamericanos -que también cuenta con una diseñadora de Elche- ha estado trabajando Stuart los dos últimos años para mostrarles el camino a seguir. Ahora ellos ya han tomado las riendas y él se ha querido despedir poniendo todo su «saber, arte y gusto» con su última colección completa. Es la que entrará en tienda el próximo mes para la temporada otoño/invierno de 2017. Pero el colofón, con el que ha guardado definitivamente sus lápices en el cajón, es una minicolección para abrir la temporada de primavera que se podrá adquirir entre noviembre de 2017 y enero de 2018. Es el final de un legado compuesto por 46.000 modelos diferentes de zapatos de mujer. Mil por año repartidos en dos temporadas. Y todos ellos con sus nombres propios porque para el genio neoyorkino cada zapato tiene su alma. Un tesoro para la industria zapatera y la economía de una comarca que despide con cariño, gratitud y admiración a Stuart Weitzman.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats