«Best shoes in the world. Made in Elda» es el título de un documental sobre la historia del calzado local que se estrena mañana, a las ocho de la tarde, en el salón noble del Casino Eldense. Un evento al que se espera la asistencia de numerosos profesionales y destacadas personalidades del sector.

El director, Fernando Arellano Ibáñez, ha elaborado un relato audiovisual de 45 minutos que plasma el pasado, presente y futuro de una ciudad dedicada durante más de dos siglos al calzado de alta calidad. «Lo he hecho por Elda y para que los jóvenes, que prefieren ver un vídeo a leer un libro, conozcan la grandeza de su pueblo» ha indicado con tristeza tras dedicarle el reportaje a su padre, Fernando Arellano Morata, fallecido en enero y distinguido entre los años 1986 y 1989 como el mejor diseñador de calzado de mujer de España.

El documental cuenta con pasajes históricos, personales, de negocio y hasta sentimentales de cronistas, trabajadores, diseñadores, empresarios y directivos como Isidro Aguado, Pepe Roig, Paco Gil y el historiador Gabriel Segura.

Estado vegetativo

Fernando ha plasmado en la película su extraordinario optimismo por un futuro mejor para el zapato eldense. Es, en cualquier caso, una proyección de su propia vida. A sus 44 años sigue recuperándose de un severo ictus isquémico que sufrió con 40 cuando vivía en Barcelona. El ataque lo dejó prácticamente en estado vegetativo sin habla, visión ni movilidad. Los médicos tuvieron incluso que extraerle parte del cráneo para congelarlo en un banco de huesos hasta que pudieron reimplantárselo seis meses después. «Mi cuerpo se convirtió en mi propia cárcel y pensé que aquello era una pesadilla. Pero con fe, lucha y la ayuda de mi madre he conseguido recuperarme casi por completo. Ya sólo me falta mover la mano y el pie izquierdo, cosa que voy a hacer muy pronto», comentaba ayer demostrando la misma confianza que fluye en su trabajo. «El calzado que se fabrica aquí tiene mucho futuro y es lo que yo quiero inculcar aunque nadie parece creérselo. Tenemos los medios y la capacidad -afirma- para triunfar otra vez pero hay que cambiar el chip y llegar al cliente final, cosa que en la actualidad se puede hacer fácilmente desde la empresa más modesta a través de internet». Arellano considera que al igual que el calzado de Elda se conoció en toda España con la llegada del ferrocarril en 1858, ahora con las nuevas tecnologías puede llegar a cualquier rincón del mundo.

Cuatro meses ha empleado en grabar y editar «Made in Elda» con la única financiación de su bolsillo, pidiendo favores a muchos amigos y contando con la «gran ayuda» de la sajeña María Asunción Verdú Richarte, «que ha sido la mano izquierda que yo no puedo mover».

A este inquieto eldense siempre le ha gustado mucho el cine aunque admite que de lo único que entiende realmente es de zapatos. De hecho, con 15 años comenzó a trabajar en la fábrica de su tío Vicente, el fundador de lo que hoy en día es IFA, y a los 18 años cogió una maleta y se fue a vivir a Alemania para vender calzado «Made in Elda». Su vida y su pasión.