Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Sax

Ingenio sin atascos

Un fontanero y un técnico patentan un sencillo aparato ecológico que acaba con cualquier obstrucción en los desagües empleando solo agua y aire a presión.

Los sajeños Pedro Herrero y Víctor Costa mostrando el aparato que acaban de homologar, y que han desarrollado con muchas horas de trabajo y una pequeña inversión. ÁXEL ÁLVAREZ

Dos amigos de Sax acaban de patentar y homologar un pequeño aparato portátil y ligero que desatasca cualquier obstrucción en los desagües de las casas. Aporta una solución rápida y sencilla a emboces para los que, hasta la fecha, la única alternativa era aplicar productos químicos muy corrosivos que pueden dañar las tuberías, introducir un muelle que resulta poco eficaz o, en el peor de los casos, acometer una obra menor para sustituir la conducción obturada por otra nueva.

Le han dado el nombre de Ecoplung porque es completamente ecológico. De hecho, solo necesita aire y agua para funcionar y tampoco requiere de ningún tipo de mantenimiento. Su uso también resulta fácil y económico. Únicamente consume 10 vatios de electricidad y basta con abrir el maletín, que se puede transportar a cualquier lugar, montarlo en apenas diez minutos y conectarlo a la luz y a la tubería obstruida.

Capacidad

El pequeño compresor de seis litros de capacidad que lleva incorporado realiza impulsos intermitentes, de unos dos segundos de duración, sobre el agua que se introduce previamente en el desagüe. De este modo consigue desatascar, en no más de quince minutos, los taponamientos más complicados que habitualmente suelen ser los que se forman en fregaderos, lavavajillas y lavadoras. En estos casos, según explican los inventores, se producen las obstrucciones más resistentes por la acumulación de cal y porque los detergentes y jabones, si se mezclan con el aceite de la comida, forman una masa que al solidificarse puede ser tan resistente como el yeso.

En el desarrollo de esta singular máquina Pedro Herrero Martínez, de 54 años, ha aplicado sus conocimientos como técnico de compresores mientras que su amigo Víctor Costa Colomina, de 40 años, ha aportado su experiencia como fontanero. «Pero no ha sido fácil. Hemos realizado varios prototipos hasta que hemos dado con el bueno y le hemos echado muchas horas de trabajo, durante muchos fines de semana, a lo largo de medio año más o menos», explica Pedro Herrero añadiendo que todo lo que han invertido para desarrollar la idea puede rondar los 6.000 euros. Cantidad en la que se incluye, además, el coste de los trámites de la patente y la homologación.

Facilidades

Aseguran no tener grandes aspiraciones económicas. De hecho, hasta el momento solo han fabricado siete desatascadores «made in Sax». Se dan por satisfechos si consiguen «hacerle la vida un poco más fácil a los fontaneros» cuando tienen que enfrentarse al incordio de las tuberías obstruídas. Ellos ya han demostrado, al menos, que su capacidad de inventiva no sufre ningún atasco.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats