La autovía A-31, que comunica la provincia con Madrid y el resto del centro y norte peninsular, registró ayer colas de más de 20 kilómetros de longitud, durante la operación retorno de las vacaciones de Semana Santa. Una vez más, y prácticamente tal y como ocurre en todas las fechas en las que se producen desplazamientos masivos, el túnel de Villena hizo un efecto tapón para el intenso tráfico. La situación fue complicada sobre todo en las horas centrales del día, aunque ya a partir de las cinco de la tarde la circulación se fue normalizando. Eso sí, los atascos se fueron repitiendo después en otros lugares, más hacia el centro de la península conforme avanzaba la tarde.

Ésta fue la incidencia más significativa en las carreteras de la provincia ayer, aunque también se produjeron retenciones a mediodía en la autovía A-70, a la altura de la Universidad de Alicante, debido a una colisión entre dos vehículos, en la que nadie resultó herido. Hacia las ocho de la tarde había también atascos en la N-332 entre Santa Pola y Alicante, también por otro accidente leve. Desde el pasado día 7 y hasta la tarde de ayer han fallecido 22 personas en las carreteras españolas. El dispositivo sigue hoy, al ser festivo en varias comunidades autónomas.