La emblemática torre T10 del castillo de Elda, que mira a la calle Novo Hamburgo, desafia las leyes de la gravedad . Nada se sabe de la ayuda de la Generalitat Valenciana de 500.000 euros, que hace dos años se consiguió para apuntalar el baluarte, como medida urgente para salvar lo poco que todavía queda en pie de la fortaleza. La empresa adjudicataria de las obras sólo ha realizado la catas arqueológicas. El concejal del PP, Francisco Mateo, explicó con detalle el estado de estos vestigios patrimoniales y señaló que «la parte baja de la torre se encuentra descarnada y en este espacio es donde tiene que ir el antemural, que tiene que hacer contención para que no caiga».

Además el edil subrayó que «se están sucediendo corrimientos de tierra» y estos amenazan con una posible caída de la almena del palacio condal. El popular sostiene que existen problemas para reiniciar las obras aunque reconoce que «no se nos ha dado cuenta de los que son» y pide al equipo de gobierno que «gestione cuál es el problema y cuál es la solución y saber qué pasa con el expediente y por qué no se obliga a la empresa a ejecutar la obra » a lo que añade que «no queremos que el Ayuntamiento asuma la obras, porque ya tiene un presupuesto asignado».

Asimismo, Mateo ha propuesto la creación de una plataforma compuesta por distintas asociaciones culturales que velen por la conservación y recuperación del castillo que «corre un grave peligro».