Ante el temor que las abejas generan muchas veces entre la población, los apicultores advierten de que no hay motivos para la alarma ni tiene porqué producirse un ataque masivo de estos insectos. Los apicultores también señalan que el 80% de las abejas que salen de las colmenas y van a colonizar un sitio nuevo tiene una corta edad, por lo que no han desarrollado todavía el instinto de defensa, lo que las hace menos peligrosas.