La presencia de un enjambre de abejas en las proximidades del colegio Virgen de las Nieves de Aspe obligó, en abril del año pasado, a establecer un cordón de seguridad para evitar riesgos. Siguiendo a su reina, miles de abejas se concentraron a primera hora de la tarde en la copa de un árbol de la calle Pedro Galipienso. Una vez que la zona fue precintada y la calle cortada al tráfico, la Policía Local contactó con un apicultor que, al igual que ha ocurrido en esta ocasión, retiró las abejas con rapidez y maestría desde el techo de una furgoneta.

Aunque este tipo de fenómenos generan gran expectación en las ciudades, suelen ser bastante habituales en estas fechas porque las abejas buscan lugares donde formar una nueva colmena.

Los apicultores sugieren llamar al 112 en caso de detectar un enjambre en lugares molestos o inoportunos y mientras llegan los especialistas, se recomienda no asustarse al ver un panal, mantener la calma y, en caso de localizarlo cerca de casa, lo más aconsejable es cerrar puertas, ventanas y balcones para evitar que entren.