El agua lleva varias semanas bajando por la rambla de La Melva de Elda de forma continua como no lo hacía desde hacía décadas. Y todavía es mayor el caudal que baja por el tramo de la rambla de Puça que confluye con el río Vinalopó a la altura del ecoparque de Elda.

Este fenómeno llama especialmente la atención en una zona tan seca donde los registros pluviométricos no dejan de descender año tras año.

Tanto la rambla de La Melva, que está canalizada en las inmediaciones del instituto que lleva su nombre, como la de Puça reciben un importante aporte hídrico cuando se producen lluvias torrenciales. Pero en apenas unos días vuelven a secarse ofreciendo su habitual imagen árida. Sin embargo, en esta ocasión un pequeño pero constante caudal de agua sigue fluyendo desde hace semanas. Algo histórico.