El casco antiguo de Villena ha vuelto a la Edad Media. Los vecinos, ataviados con ropa de la época; y las casas y calles, engalanadas. Todo se ha transformado para recibir -hasta hoy domingo- a los cien mil visitantes que espera acoger las Fiestas del Medievo.

Las celebraciones, que organizan desde hace dieciséis años los vecinos de El Rabal, han transformado el centro histórico de la población convirtiéndolo en una villa del siglo XV. Todo ello con el fin de que los visitantes conozcan el casco antiguo de Villena, lo disfruten y lo vivan con intensidad. Para estos tres días de celebraciones se programaron más de un centenar de actividades organizadas por cuarenta y siete colectivos distintos, con la participación de más de tres mil personas que animan cada esquina del barrio.

En la mañana de ayer sábado, se celebró la única boda medieval de esta edición. Uno de los momentos más emotivos y vistosos de estas celebraciones ha sido cuando los novios sellaron su amor en un marco incomparable, como es la explanada del Castillo de la Atalaya, ataviados con ropa medieval.

Asimismo, este año la calle Onil, que ha pasado a denominarse la calle de los Dragones durante el Medievo, se han realizado representaciones teatrales y talleres para los más pequeños que se repetirán durante la jornada de hoy domingo

La vida en el Medievo se vive frenéticamente en Villena. No hay tiempo para que descansen los sentidos. El sonido de las flautas junto con el de las campanas de la iglesia de Santa María, se mezclan con el color y la luz de las danzas orientales y con los aromas de incienso, de tortas fritas que, con cariño, elaboran los vecinos de la asociación Ermita de San José, y lo recaudado se vuelva a invertir en la recuperación del patrimonio de la localidad.

Este año se han recreado los lugares donde vivían las distintas culturas que habitaron Villena en la Edad Media, como la morería -en las antiguas cuevas-, la judería -cerca de la calle Cantones-, y la zona cristiana, con la emita y la iglesia de Santa María. «En estas fiestas, además, de promocionar el casco antiguo de la ciudad, buscamos fomentar la convivencia, la diversidad», explicó el presidente de la asociación de vecinos de El Rabal, Pepe Cabanes.