Una banda de «butroneros» ha robado en dos negocios de Villena situados muy cerca de la estación de servicio que conduce al polígono industrial de Bulilla. El «golpe» se ha cometido concretamente junto a la vía de acceso a la A-31 en sentido Madrid-Alicante. El asalto se inició sobre las once de la noche del martes y los ladrones lograron huir sin ser identificados y sin que las dotaciones de la Guardia Civil y Policía Local lograran localizarlos. La proximidad de la autovía les permitió una rápida fuga, si bien tuvieron que precipitar su huida al activarse la alarma del último establecimiento al que accedieron.

Lo primero que hicieron los delincuentes fue dirigirse a la zona trasera de la amplia nave industrial que en la actualidad comparten varios negocios. Al tratarse de una calle cortada al tráfico y alejada de las miradas de los conductores pudieron realizar, a golpe de pico, un amplio agujero en la pared exterior de un taller de mecánica de automoción. Fue un butrón de unos 80x80 centímetros a la altura del cuarto de baño. De este modo consiguieron burlar el sistema de alarma. Una vez en el interior buscaron únicamente dinero. Pero sólo lograron los cerca de 30 euros de cambio que guardaba el propietario y tampoco se llevaron consigo ni herramientas ni maquinaria. Volvieron a practicar un segundo butrón, ésta vez interior, por el que accedieron al cuarto de baño de una segunda nave que actualmente está vacía, y desde allí, también por el aseo y con otro butrón, pasaron al establecimiento de venta de electrodomésticos sin ser detectados por la alarma. Sin embargo, cuando se afanaban en realizar el cuarto boquete en la pared cometieron un error. Rompieron una tubería de agua y optaron entonces por pasar directamente por la puerta. La alarma detectó rápidamente el movimiento y se activó. Pero los ladrones todavía tuvieron tiempo de reventar la caja registradora y de sustraer varios televisores. Unos minutos más tarde llegó a la nave uno de los empleados tras recibir el aviso de alarma pero los «butroneros» ya se habían marchado con un exiguo botín. Lo que contrasta con las pérdidas materiales, que son cuantiosas teniendo en cuenta los destrozos en los cuartos de baño y la fuga de agua ocasionada, que ha averiado una treintena de pequeños electrodomésticos de la tienda.