Un cachorro desvalido ha provocado una fuerte ola de solidaridad en Monóvar movilizando a su vecindario con el objetivo financiar la operación quirúrgica que precisa y encontrarle un nuevo hogar. La campaña para salvar la vida del perro, que iba a ser sacrificado, comenzó tras su aparatoso atropello.

El Policía Nacional, Luis Linares, escuchó el frenazo de un vehículo, el estruendo de un fuerte golpe y el incensante llanto de un cachorro. Estaba frente a los contenedores de reciclaje en la urbanización «La Rajola» de Monóvar e intuyó que los alaridos provenían del perro con el que se había cruzado segundos antes. El conductor del vehículo descendió, miró si el capó tenía alguna abolladura y siguió su camino sin preocuparse por el animal. Allí quedo tendido en el asfalto, «chillando, dolorido, cubierto de sangre, ¿cómo no apiadarse del animal después del tremendo golpe?», relata Linares.

El Policía Nacional y algunos vecinos auxiliaron al cachorro mientras la Policía Local llegaba hasta el lugar de los hechos para más tarde trasladar al perro hasta el veterinario.

Mientras, Linares difundió por dos grupos de WhatsApp -el de los vecinos de la urbanización y el de la guardería a donde va su hijo-, la fotografía de la perra para ver si alguien la reconocía y podían encontrar a su dueño. Debido a su corta edad todavía no le habían colocado el chip y por lo tanto, era imposible identificarla.

Finalmente localizaron al propietario de la perra. Al escuchar la cantidad de dinero que suponía la operación -unos 400 euros- decidió que lo mejor era sacrificarla. Desde ese mismo instante se formó una ola de solidaridad que ha logrado salvar al cachorro de una muerte prematura.

Dos ángeles de la guarda intercedieron por el travieso stanford americano. Por un lado, el veterinario que le atendió, hizo que su dueño firmara un documento cediéndole la propiedad para poder curarlo y más tarde operarlo.

Por otro lado, Linares emprendió una campaña para recaudar fondos destinados a la operación y para hallar un nuevo hogar a la perra a la que le llaman Xena, como la princesa guerrera.

Los vecinos de la urbanización donde sufrió el atropello ya han hecho sus aportaciones, la escuela infantil ha mandado una circular en la que informan a los padres de lo sucedido y de la campaña de recaudación de fondos. También se han colocado huchas en establecimientos y la Sociedad Protectora de Mónovar «Siete Vidas» ha habilitado una cuenta bancaria para los donativos. Además dos familias tienen la intención de adoptar al cachorro. Antes deberá recuperar su patita que la tiene partida, los dientes rotos y los problemas pulmonares provocados por el accidente.