Las instalaciones deportivas de Aspe acogerán el próximo miércoles la segunda Jornada de Deporte Adaptado de los Jocs Esportius de la Comunitat Valenciana. En este evento se darán cita más de quinientas personas, superando todas las expectativas de los organizadores. En total, serán cerca de trescientos los deportistas con discapacidad participantes, ciento veinticinco acompañantes y más de cien colaboradores entre alumnos de TAFAD, voluntarios y personas de los centros penitenciarios de la provincia que cooperan con la Jornada.

Según ha señalado el concejal de Deportes, Chema García Payá, Aspe se ha convertido en los últimos seis años en un referente en cuanto al fomento y el apoyo hacia el deporte para personas con discapacidad. En este tiempo, se han realizado multitud de actividades de deporte adaptado en las instalaciones deportivas y en las plazas y parques de la localidad, destinadas tanto a adultos como a la especial sensibilización de los niños y niñas de las escuelas deportivas municipales. «Además de ello -destaca el edil de Izquierda Unida - también se han acogido numerosos eventos de gran importancia, como las fases autonómicas de boccia o de slalom, la final del Campeonato de España de fútbol sala para personas con parálisis cerebral, los partidos solidarios de baloncesto en silla de ruedas, el parabádminton o el Memorial Pedro Navarrete, entre otros muchos».

Vestuarios sin barreras

Asimismo, durante los seis últimos años, se han ido adecuando las instalaciones deportivas municipales, construyendo vestuarios adaptados y eliminando la mayoría de barreras arquitectónicas para facilitar el acceso al deporte de las personas con movilidad reducida. «Pero sin duda, de lo que más orgullosos estamos es del día a día que nos ofrecen la Asociación Pro-Personas con Discapacidad de Aspe y el Club Deportivo EmpleoAspe.disc, las entidades locales verdaderamente impulsoras y organizadoras del deporte en Aspe para personas discapacitadas, y un importante espejo en el que se miran colectivos de toda España con el mismo fin», concluye García Payá.