Ramón Cola Baides fue visto por última vez el domingo por la noche en la casa de campo del barrio La Estación de Novelda donde vive con sus padres. Pero su desaparición no se detectó hasta las cinco de la tarde del día siguiente. Sus padres se marcharon al Hospital General Universitario de Elda a primera hora de la mañana del lunes y se percataron de su ausencia cuando regresaron a casa, interponiendo por la noche una denuncia por desaparición en el cuartel de la Guardia Civil. Decisión que adoptaron al no tener ninguna información sobre su paradero y comprobar que no se había llevado ningún efecto personal.

De hecho, no se llevó ropa, documentación ni dinero y también dejó en casa su teléfono móvil y el ciclomotor que suele utilizar para desplazarse ya que carece de carné de conducir.

Tiene 32 años de edad, es soltero, mide 1,75, es de constitución delgada, sus ojos son de color claro y podría ir vestido con ropa de color oscuro. Su familia, con la que este diario ha contactado hoy, está muy extrañada y angustiada porque Ramón no tenía preocupaciones aparentes ni se había ausentado nunca antes de casa. Tampoco tenía problemas económicos, de salud, familiares ni sentimentales.

Tanto sus padres como sus amigos más cercanos han asegurado que en las últimas semanas su trato y forma de actuar «era normal, como siempre», y nadie había notado ningún cambio en su carácter o comportamiento que pudiera hacer pensar en una acción voluntaria de este tipo. Precisamente en la noche del domingo en la que fue visto por última vez estuvo cenando tranquilamente con sus padres y dos de sus hermanos en casa.

La familia ha difundido su fotografía por las redes sociales al objeto de encontrar algún dato sobre su paradero. En tal caso se ruega llamar al teléfono 696 228 462 y preguntar por su hermano Carlos.