Un alumno de segundo curso de Bachillerato del instituto Las Fuentes de Villena sembró ayer el caos en el centro educativo tras herir con un arma blanca a cinco compañeros mientras se encontraban en el aula. El suceso se produjo a segunda hora, pasadas las nueve de la mañana, cuando la profesora de Historia estaba impartiendo su clase. El joven fue visto una hora antes por la inmediaciones del IES pero no entró a la primera clase indicando a un compañero que tenía que acudir al médico. Sin embargo a segunda hora abrió la puerta dando un portazo y esgrimiendo un cuchillo de cocina de unos 20 centímetros que, al parecer, había escondido previamente en su taquilla.

Según han relatado algunos de los testigos, el agresor se quedó observando a todos un instante con la mirada enloquecida y comenzó a asestar puñaladas de forma indiscriminada a quien se encontraba a su paso mientras gritaba sin parar. El pánico se apoderó entonces de los estudiantes y de la profesora. Algunos se quedaron bloqueados por el miedo y otros se subieron encima de las mesas para repeler el ataque. Uno de los jóvenes, Alejandro Vinader, decidió entonces hacerle frente aunque resultó herido de una cuchillada en el costado mientras forcejeaba con él para tratar de arrebatarle el arma. Pero sus compañeros y la profesora aprovecharon ese momento para huir despavoridos y a la carrera en dirección a la calle mientras alertaban, a gritos, al resto de alumnos y profesores del centro. Finalmente el agresor logró llegar también al recibidor esgrimiendo el cuchillo con la aparente intención de seguir atacando a sus compañeros. Pero estos y varios profesores sujetaron la puerta del centro para impedir que pudiera salir al exterior. Fue entonces cuando un agente de la Policía Local llegó al IES Las Fuentes y detuvo al joven tras arrojar éste el cuchillo al suelo y deponer su actitud violenta.

A partir de ese momento se sucedieron las escenas de nerviosismo, tensión, ansiedad y caos entre las víctimas del ataque. Una situación de la que se fue contagiando el resto de alumnos a medida que iban conociendo los detalles de lo sucedido y crecía la expectación por el despliegue de las patrullas de la Policía Local y Guardia Civil, así como la llegada de ambulancias, voluntarios de Cruz Roja y psicólogos de diferentes departamentos municipales. Finalmente fueron seis los heridos por arma blanca -todos ellos de 17 años- incluyendo al detenido. Tres sufrieron crisis de ansiedad y heridas cortantes de carácter leve en brazos, piernas y abdomen, siendo el caso más grave el de la estudiante que recibió dos cuchilladas por la espalda, una de ellas a escasos centímetros del riñón. Una vez trasladada en una ambulancia Soporte Vital Básico, y atendida en el Centro Sanitario Integrado de Villena, recibió el alta médica al mediodía. Sin embargo por la tarde tuvo que regresar ya que la herida volvía a sangrar de forma abundante y sufría mareos.

El violento e inesperado episodio también provocó una crisis de ansiedad en la profesora, de 54 años, en otra estudiante del mismo curso y en un alumno de 13 años que se desvaneció cuando se encontraba en el patio. Por su parte el detenido, que fue trasladado por la Guardia Civil al centro de salud, fue curado de los cortes que presentaba en una mano y, a continuación, trasladado al Hospital General Universitario de Elda donde ingresó en la Unidad de Psiquiatría con el fin de evaluar su conducta y realizar distintas exploraciones para diagnosticar su estado de salud mental.

Algunos expertos consultados por este diario planteaban ayer la posibilidad de que hubiera sufrido un brote psicótico de carácter violento. De hecho, tras ser arrestado por la Policía Local no mostró ningún síntoma de arrepentimiento ni expresó sentimiento alguno. Se limitó a permanecer callado y a obedecer todas las instrucciones de los agentes.

La otra posibilidad, negada por la dirección del instituto y la concejalía de Educación, es que sufriera algún tipo de acoso escolar soterrado por parte de sus compañeros. Su perfil podría encuadrarse en este tipo de víctimas al tratarse de un estudiante brillante y solitario, de carácter introvertido y de escasas habilidades sociales. Sobre el trato que mantenía con el resto de compañeros de curso, estos comentaron ayer que este año «se ha ido uniendo más», pero que «siempre ha tenido ese toque de ser un poco cerrado». También han destacado del agresor que saca buenas notas «y le dedica muchísimo tiempo a los estudios en su casa». Su otra gran afición es la música y, de hecho, forma parte de una agrupación musical de la localidad. Algunos de los padres de alumnos del centro entrevistados por este diario han añadido, al respecto, que es «un chico un tanto raro y peculiar, que no comparte las aficiones y gustos de la mayoría de los jóvenes y viste y se expresa como si de una persona adulta se tratara».

Otro factor que podría haber desencadenado su atroz reacción es el mal momento emocional que está atravesando en su ámbito familiar debido a la grave enfermedad que padece su madre. En cualquier caso, en el instituto no se había recibido ninguna queja del estudiante ni de sus padres, ni tampoco se había presentado ningún parte de sus profesores respecto a un posible caso de bullying, que es el término inglés con el que se define el acoso físico o psicológico al que someten, de forma continuada, a un alumno sus compañeros.

Tampoco en la Fiscalía de Menores de Alicante se tenía ningún conocimiento previo sobre cualquier problema de ámbito educativo en el que este alumno se hubiera visto implicado. Todas estas dudas podrían comenzar a despejarse cuando el menor sea explorado por el fiscal a lo largo de este fin de semana. Pero, hasta que sea citado para tal fin, permanecerá ingresado en régimen cerrado y sujeto a observación en Psiquiatría del Hospital de Elda.

La conmoción fue grande y los alumnos del instituto de Villena más afectados por el suceso tuvieron que recibir atención psicológica por parte de especialistas de Cruz Roja así como de diferentes departamentos municipales e, incluso, de psicólogos particulares que acudieron a prestar apoyo de forma voluntaria. Aunque tres horas después de producirse el altercado el centro comenzó a recuperar la normalidad, las aulas se fueron vaciando de forma progresiva porque se produjo un trasiego de padres que acudieron para llevarse a sus hijos a casa. Y las cinco víctimas, a medida que fueron dadas de alta, se dirigieron a prestar declaración al cuartel de la Guardia Civil de Villena, cuyos agentes están investigando los hechos con especial hermetismo por ser el detenido un menor de edad.