El próximo domingo se cumplen diez años de la apertura al público de la piscina cubierta climatizada de Aspe, "bautizada" como Tomás Martínez Urios cuatro años más tarde, como homenaje al que ha sido hasta ahora el más grande nadador aspense.

Después de varios años de proyectos y de obras, la piscina de Aspe se puso en marcha el 29 de enero de 2007, tras un intenso fin de semana de puertas abiertas organizado por el Consistorio para que todos los ciudadanos pudieran contemplar los rincones y acabados de la que fue, y sigue siendo, una de las piscinas cubiertas de referencia a nivel nacional.

El modelo de gestión escogido en el comienzo de su andadura fue a través de un contrato administrativo de concesión de servicios suscrito con una empresa. Sin embargo, los problemas económicos que atravesó esta mercantil valenciana en febrero de 2010, justo tres años después de su apertura, hicieron que la piscina tuviera que echar el cierre durante cuatro meses, igual que ocurrió con los recintos del pabellón deportivo y el campo de fútbol "Las Fuentes", que estaban sujetos al mismo contrato.

En el verano de 2010 el Ayuntamiento consiguió recuperar las instalaciones municipales mediante varios autos judiciales. Pasado un periodo de transición, en enero de 2012, el equipo de gobierno que formaron Izquierda Unida y PSOE optó por la gestión pública y directa de todos los servicios deportivos municipales, incluidas las instalaciones.

17.000 abonados

Tras el cambio de la gestión privada a la pública las cifras de asistencia no han hecho más que aumentar, pasando de los 115.000 de media entre los años 2007 y 2011, a los 180.000 de 2012 y más de 200.000 usos anuales desde 2015.

Con las entradas registradas en este último año, ya son más de 1,5 millones los accesos que se han contabilizado en la piscina climatizada aspense, a la que se han asociado o abonado desde sus inicios hasta 17.000 personas diferentes, sin contar aquellas que la han disfrutado por libre con entradas puntuales.

Hoy, una década después, la Piscina Municipal Tomás Martínez Urios de Aspe no es sólo un referente en el ámbito arquitectónico y constructivo, sino también en cuanto a la gestión de sus elementos técnicos y de los servicios que ofrece en ella a los usuarios.