El desplome de un falso techo en el edificio de Funredis ha dejado la piscina cubierta completamente inutilizada. El servicio de estas instalaciones no volverá a la normalidad hasta que se evalúen los daños y se arreglen los desperfectos, según se indicó por parte de la dirección del centro.
Los trabajadores y usuarios de Funredis fueron conscientes de la caída de las placas de yeso laminado el lunes por la mañana cuando volvieron al centro, tras el fin de semana. Suponen que el desastre debió ocurrir el domingo porque el sábado visitaron la zona y no había desperfecto alguno. Al encontrarse cerradas las instalaciones deportivas la caída no provocó heridos. Aunque las causas todavía se desconocen, desde la dirección del centro, se apunta a que las goteras existentes unidas a los vapores del agua pudieron favorecer el derrumbe.
La piscina da servicio a los usuarios de la Fundación de la Comunidad Valenciana para la Rehabilitación e Integración Sociolaboral de Personas con Discapacidad (Funredis), que acaba de cumplir diez años y que se dedica a dar asistencia a personas con discapacidad. Además, la utilizan otros colectivos, pero siempre bajo la supervisión de los técnicos y con fines sanitarios como la rehabilitación.
Por otra parte, los técnicos municipales se acercaron ayer a las instalaciones para evaluar los daños. La concejala de Bienestar Social, Alba García, indicó que «todavía no conocemos porqué se ha caído el techo» y al mismo tiempo mostró su disgusto porque «una obra que se realizó hace cinco años ya tenga varias deficiencias». De hecho, desde el equipo de gobierno se estuvo valorando, hace apenas un mes, la goteras que se pueden observar por los pasillos.
El edificio, que en la actualidad ocupa la fundación, es de titularidad municipal y se cedió el uso a Funredis. En 2012, una vez finalizada la obra del edificio, la exalcaldesa, Adela Pedrosa, entregó las llaves a la fundación. La sede fue financiada con fondos del segundo Plan E del gobierno de Zapatero. Consta de 499 metros cuadrados, con una zona de recepción y conserjería, una sala para psicomotrididad y gimnasia, tres salas de tratamiento y estimulación, una sala con piscina, una zona de fisioterapia y otras dos para tratamientos diversos y realización de cursos.
El presupuesto de la obra fue de 750.000 para todo el complejo sociosanitario de cerca de 3.880 metros cuadrados, que albergó las nuevas sedes de Funredis y el Centro de Rehabilitación e Integración Social de Enfermos Mentales (Crisem) de Elda. Está ubicado en el paraje Almafrá, a espaldas del Club de Campo.
La actual edil socialista señaló que «ahora estamos en un proceso de elaborar informes, de ver los seguros y garantías de la obra» y añadió que «más tarde tendremos que pedir responsabilidades después de ver cómo se caen las obras que se hicieron en el gobierno de Adela Pedrosa». Además apuntó que «no sé que hubiese pasado si el techo se hubiera caído cuando los niños están en la piscina».
