La bajada del monte Bolón por la senda de los Reyes Magos de 2016 fue la de las linternas «made in Elda». Las luminarias las impulsó el alcalde, Rubén Alfaro, después de que el pasado año la climatología imposibilitase, una vez más, la celebración del tradicional acto con fuego. Y los nuevos dispositivos, diseñados por el Instituto Tecnológico del Calzado (Inescop) y fabricados por alumnos del departamento de Electrónica del IES La Torreta, fueron las estrellas de la noche.

Por otra parte, el fuego volvió, después de dos años sin él, a la senda de los Reyes Magos del monte de Bolón. La meteorología propició que la Conselleria de Medio Ambiente no marcase el nivel de alerta dos por viento, permitiendo así que las antorchas lucieran encabezando la comitiva del descenso.

Las 200 linternas creadas para imitar al fuego pasaron la prueba y reflejaron la calidez de las llamas. En contra de las frías leds que años anteriores avivaron las críticas por parte de quienes la observaron desde la ciudad la llegada del cortejo, el nuevo dispositivo emitía una luz anaranjada.

El espectáculo había perdido fuerza con las medidas de la conselleria de Medio Ambiente de limitar el uso de fuego en esta noche. Así, la utilización de luces blancas, en años previos, amenazó la supervivencia del tradicional acto que inició hace décadas el Centro Excursionista de Elda. Pero en la noche de ayer recobró su anterior espectacularidad.

El fuego y las nuevas linternas devolvieron a la retina de los eldenses el espectáculo del fulgor reptando por la montaña. Un acontecimiento que ha creado una marca de singularidad en la noche de Reyes eldense. A quienes portaron las antorchas y las linternas se sumaron los vecinos que decidieron bajar la senda con frontales de led, que ya utilizaron años anteriores. En total unos 300 vecinos descendieron por la senda cerrando la comitiva, según datos de la organización.

Cuando el sol se escondió tras la montaña, la fiesta de Bolón comenzó. Los preparativos para esta noche mágica cobraron sentido. Por primera vez, las luces artificiales compartieron espacio con el fuego.

Mientras, en el casco urbano, miles de niños y sus familias miraban hacia el monte y esperaban el inicio de la Cabalgata de Reyes. Quienes se inscribieron para ser los antorcheros abrieron la marcha desde la cumbre.

En el operativo de seguridad participaron dos agentes medioambientales, dos de la Policía Autonómica y dos locales. Asimismo estuvieron en la cumbre del monte efectivos de Cruz Roja y voluntarios de Protección Civil.

Bolón es un lugar de referencia para los eldenses en la jornada de ayer. Por ello, centenares de vecinos decidieron acudir al punto de encuentro a almorzar o a comer aunque, antes de que el sol desapareciese, decidieron bajar de la montaña para disfrutar del espectáculo de las luces desde su falda. Algunos se quedaron paralizados antes del descenso de la sierra por el impresionante paisaje que ofrecía el atardecer, antes de que se encendiesen las teas.