El temporal de lluvias que barrió la provincia el fin de semana ha tenido un efecto demoledor sobre el 20% de la uva de mesa, justo la variedad más tardía que se recoge para Nochevieja y que va provocar un aumento de los precios, según ha revelado la organización agraria Jóvenes Agricultores-Asaja de Alicante en su balance de final de año.

Un ejercicio marcado por la sequía pero que se cierra de forma positiva por las lluvias de las últimas semana que han hecho que en la Vega Baja, una de las comarcas más afectadas, se hayan ganado 27 hm3 en apenas 15 días. Otro de los aspectos positivos ha llegado de la reducción de un 1,5% de las tierras de cultivo, lo que favorecido al precio del limón, ya que éste ha aumentado un 71%. El viernes, no obstante, Asaja denunció que ha detectado que algunas cadenas de supermercados anuncian la uva de mesa por debajo del precio de coste.

Dos grandes hitos han marcado el año agrícola 2016 en la provincia de Alicante, la sequía y el precio del limón. La falta de agua ha provocado importantes mermas económicas, principalmente, en cultivos de secano, como frutos secos, almendra, olivar, cereza..., donde se han registrado descensos de cosecha de más del 50%. En contrapartida, la nota positiva la ha puesto la alta rentabilidad que ha proporcionado el limón, que arrastró al resto de cítricos y que ha contribuido, en gran parte, al aumento registrado en 2016 de la renta agraria en la provincia, que ha subido un 1,6%.

El precio del limón llegó a incrementarse en un 71%. En 2015/2016 los precios para el agricultor han llegado a sobrepasar los 1.20 euros. Esto ha propiciado que ésta haya sido una de las cosechas más rentables de los diez últimos años. Agricultores de cítricos han logrado que esta campaña haya sido histórica y han demostrado que cuando hay un producto de calidad y el precio en campo es bueno para el agricultor, también se beneficia el resto de los eslabones de la cadena alimentaria, según Asaja.

Por otro lado, la dramática situación actual de la cuenca del Segura ha mejorado levemente, aunque mucho menos de lo deseable, como consecuencia de las lluvias registradas del 17 al 19 de diciembre. En concreto, se recogieron un total de 1.200 l/m2 en toda la provincia de Alicante.

La cuenca del Segura se ha visto incrementada en 27 hectómetros cúbicos y ahora almacena un total de 291 hectómetros. Antes de estas precipitaciones, la cuenca del Segura se encontraba al 23% de su capacidad y, tras los aportes recibidos, la Confederación Hidrográfica del Segura apunta que ha alcanzado casi un 26%.

«Esta circunstancia coyuntural e histórica no resuelve el problema de seguridad hídrica que tenemos en el campo alicantino. La reserva total embalsada en el Segura es de 291 hectómetros, cuando el año pasado era de 466 hm3 y la media de los últimos diez años es de 445, lo que refleja la precariedad del nivel y un descenso en tan sólo un año de, nada más y nada menos, que un 40%», subraya Asaja en un comunicado.