El río Vinalopó estuvo a punto de dar un susto ayer a su paso por el término municipal de Villena al quedarse a escasos centímetros del desbordamiento. El riesgo se mantuvo hasta bien entrada la tarde, tanto en la carretera que da acceso a la sierra de la Peña Rubia como en el tramo que atraviesa la autovía de Alicante-Madrid, a la altura del polígono industrial de Bulilla, cuyo paso inferior quedó completamente anegado por el enorme caudal procedente de la Sierra de Mariola y de los municipios de Banyeres, Beneixama, Camp de Mirra, Canyada y Biar.

La crecida del río generó preocupación entre las autoridades ante la posibilidad de que el agua alcanzase la A-31 y obligase a cortarla al tráfico en los dos sentidos, algo que ya ocurrió hace más de diez años. De ahí que los Cuerpos de Emergencia estuvieran supervisando ese punto para actuar rápidamente en caso de que el agua supusiera una amenaza para la circulación. Extremo que finalmente no se produjo.

También la Guardia Civil cortó al tráfico, debido al mismo problema y con carácter preventivo, las carreteras secundarias que unen Biar con Canyada y Camp de Mirra. Y no fueron las únicas afectadas. El vial de acceso a la pedanía villenera de La Encina quedó bloqueado por el agua de lluvia y la comarcal que une Villena con la localidad manchega de Caudete, la CV-809, tuvo que ser cortada al tráfico por la mañana, a la altura del paraje de las Chozas y desvío hacia la A-31 por Los Almendros, en el término limítrofe de las provincias de Alicante y Albacete. Una medida que se mantenía pasadas las nueve de la noche a pesar de que se habían trasladado dos máquinas para bombear el agua y desviarla a los campos cercanos. Y tampoco es la primera vez que algo así ocurre. Este punto suele inundarse con frecuencia cuando se producen importantes precipitaciones debido a su pronunciado desnivel y la falta de las obras adecuadas para la evacuación de pluviales.

En Elda y Petrer no se registraron problemas importantes más allá de algún pequeño desprendimiento de fachada y el cierre de la escuela infantil El Puente debido a la aparición de goteras.

Las diferentes partidas rurales del Alto y Medio Vinalopó también se han visto afectadas porque los embalsamientos de agua, así como los arrastres de tierra y piedras, han dañado bancales y caminos y dificultado el tránsito de vehículos y personas, además de retrasar las tareas de recolección de la aceituna y las verduras. Una circunstancia que, en el caso de las hortalizas, causa preocupación entre los productores porque frena la llegada de estos productos a las cadenas de alimentación y, por ende, al consumidor.

Desde los años 90 no se había producido en las comarcas del Vinalopó un episodio tan continuado e intenso de precipitaciones que, en términos generales, ha sido muy beneficioso y ha ofrecido imágenes insólitas como el agua del Vinalopó saltando por la presa del pantano de Elda.