Los seis perros potencialmente peligrosos que a finales de octubre atacaron mortalmente a un hombre de Pinoso de 74 años han sido decomisados por el Ayuntamiento. La medida se ha resuelto a través de un decreto de la Alcaldía y después de que el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 3 de Novelda que lleva el caso no haya acordado acción alguna en relación al debido aseguramiento de los animales. De los que cabe recordar que son el resultado de un cruce entre boxer y american staffordshire terrier.
La incautación tiene carácter cautelar y responde a la necesidad de preservar la seguridad de la población ante la posibilidad de que los cánidos vuelvan a escaparse y atacar a algún vecino. Pero también se ha tenido en cuenta la falta de una respuesta adecuada por parte de los dueños. «A pesar del tiempo transcurrido, los propietarios de los perros no han presentado las licencias o autorizaciones que legitimarían su tenencia, como tampoco las medidas de seguridad adoptadas en relación a los mismos que garanticen la no reiteración de un suceso como el acontecido», se argumenta en la resolución municipal.
Los seis perros han sido trasladados a un centro especializado y la totalidad de los gastos por traslado, estancia, manutención y tratamientos veterinarios correrán a cargo de los dueños.
El decomiso ha venido motivado por la petición que el letrado de la familia del fallecido formuló al Ayuntamiento de Pinoso a mediados de noviembre. De hecho, en la denuncia presentada por estos hechos se advertía que los canes que participaron en el ataque no estaban inscritos en el Registro de Animales Peligrosos y sus dueños carecían de licencia para tenerlos y de seguro de responsabilidad civil. Pero no es lo único. A pesar de que la Policía Local de Pinoso ha estado realizando visitas periódicas a la parcela del paraje rural El Faldar donde se produjeron los hechos para comprobar el estado de los animales, este diario ha podido saber que volvieron a escaparse en dos ocasiones, siendo los hechos denunciados a la Guardia Civil.
Por su parte, el Juzgado Número 3 de Novelda sigue adelante con las diligencias previas por una imprudencia grave con resultado de muerte. Como ya publicó este diario, José Sellés falleció en el Hospital de Elda a consecuencia de las heridas ocasionadas por las mordeduras que recibió en brazos, piernas, manos, pies y cabeza. Estaba apilando la leña en su finca cuando los perros del vecino se escaparon y fueron a por él. Lo rodearon y lo tiraron al suelo llegándolo a arrastrar más de veinte metros en un feroz ataque que lo dejó en estado de shock.
