Fue en agosto de 2001 cuando la Conselleria de Medio Ambiente cerró la tramitación de un proyecto valorado en 5.840.677 euros que fueron financiados íntegramente con fondos autonómicos. El embalse de El Toscar se construyó a partir de 2002 en unos terrenos próximos al término limítrofe con Salinas para cumplir una histórica reivindicación de los agricultores de la comarca. Era el más grande del Vinalopó, con capacidad para almacenar 900.000 metros cúbicos de agua, y ya entonces se dijo que de la gestión y el reparto de los nuevos recursos hídricos de los que dispondría la zona se haría cargo la Comunidad General del Medio Vinalopó. Un anuncio de la Conselleria de Agricultura que luego no se hizo efectivo. Quizá por la estratégica importancia que tiene este embalse como elemento regulador para suministrar el agua almacenada. Tanto por la margen derecha del trasvase como por la margen izquierda, cuyas obras están a punto de comenzar.