Empapados. Así acaban cada vez que llueve los viajeros de Elda que aguardan en la parada de la plaza de la Ficia el autobús con destino Alicante.

El problema es la marquesina donde deben esperar porque, al no estar cubierta por ninguno de los lados y poseer tan sólo un pequeño techo, no resguarda a quienes en ella se cobijan en caso de chaparrón. Y todavía es peor si el aguacero va acompañado de viento.

En las últimas semanas el problema se ha agravado por las continuas precipitaciones que se han sucedido; de tal modo que algunos de los perjudicados se han dirigido a este diario para exponer lo ocurrido y pedir al Ayuntamiento una pronta solución.

Dicen que ya que en su día Elda no pudo conseguir una estación de autobuses como le corresponde a una ciudad de su nivel, al menos que los viajeros del autobús dispongan de unas marquesinas adecuadas. Un medida sencilla y rápida que tampoco supone una elevada inversión.