Las lluvias caídas en los últimos días en la comarca del Medio Vinalopó, que se suman a las registradas durante las últimas semanas, están resultando muy beneficiosas para el campo frente a la dura sequía que viene arrastrando desde hace años. Sin embargo, según afirmaba ayer mismo el sindicato agrario La Unió de Llauradors, la abundancia y persistencia de precipitaciones está resultando «bastante perjudicial» para el cultivo de la uva de mesa del Vinalopó, que se encuentra en plena campaña de recolección de la variedad Aledo, la uva que se come con las campanadas de la Nochevieja.

El grano comienza a agrietarse por una sobreexposición a la humedad y habrá pérdidas de kilos en el campo, aunque para los responsables de La Unió todavía es pronto para evaluarlas. A todo ello habrá que sumarle los costes de producción para los agricultores que supondrá la limpieza de la uva y que, por tanto, harán incrementar los gastos en el manipulado y envasado de la fruta más preciada del Vinalopó.

Ante este panorama se ha decidido convocar para el próximo lunes la primera mesa de crisis de la uva de mesa. La decisión la han tomado el sindicato Asaja, el Consejo Regulador de la DO Uva de Mesa Embolsada del Vinalopó y la Federación de Exportadores. A este encuentro sin precedentes en el sector se ha citado a todas las partes implicadas, incluyendo a las comunidades de regantes.

A todo ello cabe añadir, tal y como este diario ya adelantó el mes pasado, que la cosecha de uva de mesa va a sufrir esta campaña un 25% de reducción por los efectos que causan en los viñedos la prolongada sequía. Una circunstancia paradójica en estas semanas de continuas lluvias, que ha llevado a los alcaldes de los municipios productores a solicitar, de nuevo, bonificaciones del IRPF para los agricultores.Documento

La petición la suscriben los alcaldes en el mismo documento para que las ayudas lleguen por igual a todas las poblaciones afectadas. Esta fue la cuestión principal que centró la última reunión que mantuvieron en La Romana los alcaldes y concejales de Aspe, Monforte del Cid, Novelda, Algueña, Hondón de las Nieves, Pinoso y La Romana. Todos ellos mostraron su preocupación por las estimaciones de cosecha que manejan los agricultores del Medio Vinalopó.

El motivo de esta merma del 25% respecto a la campaña anterior es una intensa sequía que perdura desde hace cinco años, lo que se va a traducir en una pérdida estimativa de unos cinco millones de kilos de uva, por lo que se pasará de los 22.000.000 de kilos de Aledo comercializados durante la temporada pasada a los 17.000.000 de kilos previstos para la actual.