Mes y medio lleva averiado el semáforo que regula el paso de peatones en el peligroso y transitado cruce de Elda donde confluyen las avenidas del Mediterráneo, Acacias y Chapí.

El problema se remonta al pasado octubre cuando se fundió la luz verde en forma de peatón, tanto la fija como la intermitente, que indica el momento en el que se puede comenzar a atravesar la calle a pie. Desde entonces solo se enciende la luz roja. Así que quienes no saben que el semáforo está averiado se quedan esperando un buen rato a que el «muñeco» se ponga en verde. Pero como en ese momento todas las luces se quedan apagadas, al final los peatones optan por cruzar a la carrera arriesgándose a ser atropellados.

De esta deficiencia ya fue informado el Ayuntamiento por un vecino del barrio de San Francisco de Sales pero hasta la fecha sigue sin solucionarse. Y lo mismo ocurre con un semáforo de la Gran Avenida que lleva dos semanas apagado después de sufrir un cortocircuito. Desde el equipo de gobierno de Elda se ha asegurado a este diario que ambas instalaciones serán reparadas lo antes posible.

El problema de fondo es el retraso en la adjudicación del servicio de mantenimiento de los semáforos de toda la ciudad por las dificultades surgidas.