Un repentino hundimiento del terreno a consecuencia de las últimas lluvias ha obligado a cortar la circulación de vehículos por la avenida Jaime I de Sax en sentido Castalla. El amplio socavón, de cuatro metros de profundidad, se ha producido en uno de los entronques de la red del alcantarillado donde confluyen las aguas pluviales y residuales. Ha sido concretamente en la acera, a metro y medio de una academia de idiomas y un bloque de pisos. No ha habido que lamentar daños personales ni tampoco se han visto afectados el transitado vial ni los inmuebles próximos.
Los operarios continuaban trabajando durante la tarde de ayer para tratar de subsanar el problema antes del sábado. Pero mientras tanto la travesía CV-830 que conduce a Salinas seguía cortada al tráfico, y el agujero acotado con vallas para evitar posibles accidentes entre los viandantes.
El problema no es nuevo. Se debe a la insuficiente capacidad de la conducción subterránea para soportar las aguas pluviales y del alcantarillado cuando se producen lluvias intensas, como las que se han registrado en Sax durante los últimos días. Al tratarse de una zona baja del casco urbano siempre recibe los aportes pluviales procedentes de la peña del castillo y el barrio de San Blas. Y fue precisamente eso lo que hizo que la tubería se desbordara por la presión del agua, minando el terreno circundante hasta hacerlo ceder.
Este diario ya adelantó ayer que las precipitaciones registradas desde la noche del lunes hasta la tarde del martes habían vuelto a inundar garajes, patios, negocios y bajos, obligando a intervenir a los bomberos para realizar achiques mientras Policía Local y Guardia Civil cortaban la avenida.
Y llovía sobre mojado porque la misma situación ya se produjo hace justo un mes, aunque de forma mucho más aparatosa, cuando la travesía quedó completamente anegada y los bajos inundados llegando el agua a las ventanillas de los coches aparcados en la calle.
El alcalde José María Espí ha acudido en los dos últimos días a la zona para interesarse por los daños y supervisar la reparación. Algunos vecinos le han mostrado su malestar por no haber adoptado el Ayuntamiento ninguna medida urgente, dando lugar al segundo episodio de inundaciones en un mes. Las obras para solucionar el problema ya se han solicitado a la Conselleria de Infraestructuras. Requieren de la elaboración de un proyecto y mucha inversión. O sea tiempo y dinero. Pero mientras tanto los afectados exigen medidas provisionales para evitar que el agua vuelva a entrar en sus casas.
