El Ayuntamiento de Pinoso está desarrollando este fin de semana, por segundo año consecutivo, las visitas guiadas al cementerio para dar a conocer un espacio lleno de historia, arte y misterios.

La lluvia inicial no impidió que en la tarde de ayer un importante grupo de vecinos y visitantes de otras localidades se mostraran muy sorprendidos por la cantidad de curiosidades que guarda el camposanto, y también por la peculiaridad de algunos nichos y epitafios. Además, por vez primera, un actor ha escenificado un pasaje de Don Juan Tenorio frente al panteón más espectacular y un grupo de músicos de la Sociedad Unión Lírica Pinosense ha interpretado «El sonido del silencio» en el osario común.

Pero, sin duda, lo que más ha llamado la atención de los visitantes han sido las catacumbas y el Limbo, que todavía son desconocidos para muchos pinoseros. El Limbo estaba situado en la zona derecha del campo santo y en un primer momento se construyó como entrada para los no católicos ni bautizados, siendo sellada años después. En ese mismo lugar se creó una zona ajardinada donde eran enterrados los bebés no bautizados. Mientras que las catacumbas, que actualmente están casi vacías, todavía mantienen algunas tumbas, como la de Ananías, que fue el primer enterramiento de este camposanto inaugurado el 29 de julio de 1912.

La archivera municipal, Clara Isabel Pérez, ha sido la encargada de desvelar algunas de las curiosidades y misterios que guarda el cementerio. Y hoy se realiza la segunda y última visita guiada. Será a las cinco de la tarde.