La iglesia parroquial de San Pedro acogió en la tarde de ayer el funeral por José Sellés, el vecino de Pinoso de 74 años de edad que falleció el lunes, en el Hospital General Universitario de Elda, tras sufrir cuatro días antes el feroz ataque de siete perros de un vecino en el paraje rural de El Faldar, donde residía con su esposa desde hacía 15 años en Casa Marcela. Precisamente fue ella quien intentó socorrerlo al oír desde el corral los gruñidos de los perros, que son un cruce entre bóxer y american stanford por lo que se consideran raza potencialmente peligrosa. Pero tuvo que retroceder para refugiarse en el cobertizo porque varios ejemplares acudieron muy agresivos y a la carrera para lanzarse también sobre ella. Así que, presa del pánico y la impotencia, no pudo hacer más que pedir ayuda a gritos mientras su esposo se defendía a duras penas en el suelo.

Ayer en el funeral se encontraba completamente hundida, al igual que sus tres hijas, y durante la misa apenas dejó de mirar el ataúd donde yacían los restos mortales de su marido. Antes y después de entrar al templo ninguna de ellas pudo contener la emoción mientras cientos de familiares, amigos y vecinos del pueblo les trasmitían sus condolencias. La mayor de las hijas, María José Sellés, ya comentó un día antes a este diario, mientras reconstruía los detalles de la trágica muerte en el mismo lugar donde ocurrieron, que ni su madre ni sus hermanas podrán olvidar jamás lo sucedido. «Nos temíamos que esto iba a pasar y, desgraciadamente, ha terminado pasando», indicó tras señalar que «los perros se escapaban con mucha frecuencia y últimamente estaban muy agresivos. El dueño se marchaba y teníamos que llamarlo continuamente para advertirle de esta situación porque deambulaban libres y su actitud nos tenía atemorizados». Precisamente unas semanas antes el propietario de la casa colindante a la del fallecido también sufrió un ataque. Le mordieron en un tobillo y fue la esposa de José Sellés quien lo socorrió llevándolo hasta su casa al percatarse del peligro que corría.

En ese momento no quiso denunciar lo ocurrido para no propiciar una mala relación vecinal. Pero ahora sí lo ha hecho al igual que la familia del fallecido, que sigue a la espera de que el Juzgado de Instrucción Número 3 de Novelda adopte una medida al respecto. El resultado de la autopsia ya se conoce pero la causa judicial todavía no se ha abierto.

Mientras tanto, los cánidos que participaron en el ataque continúan bajo la custodia del dueño, en su propia finca, por orden judicial y también siguen sometidos a vigilancia de la Policía Local de Pinoso. Los agentes acuden varias veces a lo largo del día, como vienen haciendo desde el jueves de la semana pasada, para comprobar que están encadenados en un recinto vallado con el fin de evitar que puedan volver a escaparse como sucedió el día del ataque.

Pero en la casa de campo no están todos los perros que participaron en la brutal agresión. Uno de ellos se encuentra en la clínica veterinaria que se ha hecho cargo de la observación y control preventivo de los ejemplares. Fue trasladado a la clínica horas después de que José Sellés ingresara en el hospital porque también sufrió la violenta embestida del resto de perros, que llegaron a producirle importantes heridas por mordedura.