La creación de un aparcamiento en los aledaños del Hospital de Elda está paralizada y a la espera de la normativa urbanística eldense. Después de años reivindicando un aparcamiento que solvente la situación del tráfico en las calles cercanas al centro sanitario, la solución para este desmadre automovilístico se ha encontrado con un nuevo freno: la aprobación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU).
El presidente de la Asociación de Minusválidos Físicos de Elda, Andrés Molina, se muestra molesto por este nuevo obstáculo. La materialización del proyecto, tras años de trabajo, parecía cercana después de conseguir poner de acuerdo a los propietarios de los terrenos. Molina, sin pelos en la lengua e impotencia ante el nuevo retraso, apuntó que «estoy muy cabreado porque los políticos dicen mucho pero luego no hacen nada».
AMFI ha realizado todas las gestiones incluso una de las más duras, negociar con los propietarios de los terrenos y ponerlos de acuerdo. La primera opción fue la compra del suelo. Una posibilidad que se desechó. Finalmente se ha optado por la creación de una sociedad en la que los dueños cedan los terrenos, AMFI gestione el parking y los beneficios reviertan en todos.
Después de una larga travesía de conversaciones y gestiones, primero con el equipo de gobierno de la popular Adela Pedrosa, después con el del socialista Rubén Alfaro y finalmente con los propietarios, todo parecía estar listo para el inicio de las obras. Pero la asociación se ha topado con un nuevo problema, la calificación de los terrenos no es la adecuada para implantar este servicio. Y con el PGOU en proceso del tramitación, desde el Ayuntamiento se considera más eficaz contemplar el parking en el proyecto que se debe aprobar, que plantear una modificación puntual del actual. Molina indica que «por lo menos un año va a tardar».
Falta de accesibilidad
Para la Asociación de Minusválidos de Elda y comarca la consecución de este aparcamiento no es sólo una cuestión empresarial a través de la que conseguir empleo para sus socios y algún beneficio, también es una necesidad. El abigarramiento de coches en aceras y en solares supone para el colectivo de minusválidos un problema doble. Primero, la accesibilidad se complica y segundo, existe una escasez de plazas para minusválidos.
Molina lo tiene claro, «un aparcamiento en el hospital es muy necesario, no sólo para los que vivimos en Elda sino para todos los usuarios que llegan de toda la comarca». Por eso se rebela ante tantas trabas.
