Los patronos de las Fallas de Elda, San Crispín y San Crispiniano, ya han regresado a la iglesia de La Inmaculada tras salir de ella en procesión a las siete y media de la tarde de este apacible domingo.

Las primeras lágrimas de la última noche afloraban en algunas falleras cuando la imagen llegó al templo, pasadas las nueve de la noche, bajo un revuelo de campanas, iluminada por las velas y arropada por las nueve comisiones falleras, los responsables de la Junta Central y las autoridades civiles. Entre ellos el alcalde, Rubén Alfaro, que no quiso dejar de participar en la procesión a pesar de que padece una tromboflebitis en una pierna que le diagnosticaron hace una semana, y que le impide estar mucho tiempo de pie. De hecho, cojeaba ligeramente, su rostro reflejaba dolor y cuando finalizó la procesión tuvo que acudir de nuevo al médico.

Con los acordes del Himno Nacional y con San Crispín y San Crispiniano en la puerta de La Inmaculada finalizó la procesión, el acto previo a la cremá de las fallas de Elda en la madrugada de este lunes.