Las Fallas de Elda comenzaron ayer noche con el pregón de Vicente Ferrándiz en el que destacó, sobre todo, los sentimientos que provocan las fiestas del fuego. Inició la apertura de las fiestas con estas palabras, «falleras, falleros, qué puedo deciros, si cada uno de vosotros sois de por sí un pregón, vosotras, vosotros, sois la esencia misma de las Fallas de Elda». Y así logró meterse a los asistentes a este primer acto, en el bolsillo.

Ferrándiz describió la fiesta de finales de septiembre como un lazo de unión entre los distintos barrios al tiempo que calificó la eldense como «la más peculiar de todas las fiestas del fuego».

Ferrándiz relató los distintos avatares que han marcado unas fiestas a las que le ha costado «sobrevivir» desde que en 1958 se constituyó la Junta Central de Fiestas. Unas fiestas a las que le ha costado hacerse un hueco porque «no nos entendían ni en Valencia, ni en Alicante» subrayó.

El pregonero se granjeó los aplausos de los falleros cuando una por una fue nombrando y describiendo a las nueve Fallas. Finalizó el discurso con unas palabras para las Falleras Mayores de Elda y su corte de honor. Al finalizar Ferrándiz, Esther Carbonell y Andrea Rico, pronunciaron la esperada «cridá».

Como novedad, la Junta Central de Fallas impulsó una cena de convivencia con las falleras y el pregonero momentos antes del intenso discurso que abrió las fiestas. El desfile se inició por primera vez desde la Casa de Viuda de Rosas y se llegó hasta la Plaza del Ayuntamiento.