Elda cerró ayer el programa lúdico de sus Fiestas Mayores después de brindar por el Cristo del Buen Suceso, patrón de la ciudad desde que los eldenses lo incorporaron a la celebración en la segunda mitad del siglo XIX. El brindis por los Santos Patronos se está convirtiendo en una costumbre habitual durante el almuerzo, en el típico aperitivo del mezclaíco y mientras se degustan las tradicionales fasiuras y los gazpachos, platos habituales en el primer y segundo día de celebración.

Ayer tocaba correr la última traca y soltar los últimos globos hasta las próximas fiestas de septiembre. El termómetro rondaba los 30 grados cuando una multitud inquieta aguardaba la llegada de la ruidosa traca. Miles y miles de personas de todas las edades, pero menos que el día anterior, abarrotaron el recorrido desde la plaza del Consistorio hasta la plaza Castelar. Y cuando la diseñadora de la camiseta de la traca de este año, la pintora eldense Lola González, prendió la mecha comenzaron las frenéticas carreras desde la calle Colón a la Nueva, y desde allí por Ortega y Gasset hasta enfilar Juan Carlos I, donde se concentraba el mayor número de participantes y espectadores.

El fuego, el estruendo y el humo gris y blanco de la pólvora avanzaban descompasados, a tres metros de las cabezas de los corredores, en un singular festejo que apenas duró ocho minutos. Y cuando el último petardo de la traca explotó en la plaza Castelar, los cohetes lo hicieron en el cielo y con un breve aplauso, abrazos y felicitaciones se acabó lo que se daba.

Llegaba el momento de trasladarse a la cercana Plaza Mayor para seguir escuchando al grupo de percusión y dulzaina de los Santos Patronos, y ver crecer y ascender los llamativos globos de diversos colectivos locales. Entre ellos de los festeros de la escuadra Lechuguinos, de los cristianos de Emaús y de los críticos de La Tertulia. Pero el más aclamado fue, sin duda, el aeróstato que la Cofradía lanzó en honor al Cristo del Buen Suceso. Globo al que, por cierto, se le había instalado un microchip para poder seguirle el rastro mientras surcaba el cielo azul.

También brindó al mediodía de ayer por La Salud y El Cristo el anterior cura de Santa Ana en Elda, el villenense José Abellán, que actualmente está al frente de la parroquia de Nuestra Señora del Consuelo de Altea. Él fue el encargado de presidir por la mañana la Solemne Eucaristía en un feliz reencuentro con los eldenses, sus costumbres y sus Santos Patronos.