El párroco de Monóvar, Antonio Alcolea, recibió un emotivo homenaje de despedida en el transcurso de una comida de hermandad al que acudieron numerosos vecinos de la localidad.

Tras once años al frente de la iglesia de San Juan Bautista, Alcolea ha sido destinado por el obispo a la parroquia de San Roque de Novelda. Su marcha tendrá lugar una vez finalizadas las fiestas patronales en honor a la Mare de Déu del Remei que Monóvar celebra en la actualidad. Unas fiestas en las que también se ha rendido un póstumo homenaje al joven músico monovero Antonio Botella Alarcón, fallecido hace diez años mientras desfilaba con la Artística en la procesión del Corpus.